Los poemas exploran temas como el amor, la arquitectura del cuerpo, la danza y la pasión. Utilizan imágenes de ríos, cascadas y mares para describir la conexión física y emocional entre dos personas. Los poemas expresan el deseo de estar juntos a pesar de las dificultades y la inevitabilidad del paso del tiempo.
1. A CONCIENCIA
La ciencia se basa en la experiencia, o eso dicen.
El éxito en la paciencia.
La esperanza en la creencia.
La ilusión en la inocencia.
La seducción, a veces, en la elocuencia.
El poder en una imposible y envidiable omnisciencia.
La violencia, no sé si se basa, pero engorda con la
violencia.
Los gozos y los placeres vienen de la mano de alguna que
otra turgencia.
La locura, en mi caso, asienta sus reales posaderas en la
reminiscencia.
El infortunio se digiere mejor desde la inconsciencia.
Si se va suelto de vientre, lo que conviene es la
astringencia.
La hipocresía es hermana de la apariencia y prima de
alguna extraña deficiencia.
La histeria se adivina bajo el velo de la bella indiferencia.
La tristeza ofrece como menú un plato a rebosar de
inapetencia.
El frío aumenta con la ausencia.
Pero el calor no aumenta con la carencia, es más, se está
más frío
cuanto más grave es la falencia.
Un consejo cuando se pone bravo se disfraza de
advertencia.
La mejor vocación del ser humano es aquella que se
resuelve con eficiencia.
Que te perciban muerto cuando estás vivo, no es un error
clínico,
es una penitencia.
2. ARQUITECTURA
Añoro tus curvas, tus rectas,
la línea de tu espalda y cada ángulo de tu cara.
Extraño los recovecos de tu cuerpo aún ignorados
aunque siempre, siempre, sospechados.
Echo de menos cada sinuosidad,
cada accidente y cada protuberancia de tu
anatomía.
Evoco los planos de tu personal diseño,
conozco tus instalaciones paso a paso
y he trazado con mis dedos en el aire
todas tus estructuras, tu forjado.
He amasado con mis manos la argamasa
que moldea y que da forma a tu figura,
y en mis delirios he creído levantar tu edificio
para después alojarme en él como una ocupa.
He querido hacer real mi mundo onírico
aceptando sin ambages tu proyecto de obras,
pero mis circunstancias rubrican que,
donde yo soñé, aplicado a ti, el concepto
arquitectura,
sólo existe la tristeza vacía de un solar.
3. DANZANTES
Danzantes y comediantes que
a cuenta y causa del deber,
somos de la erótica, farsantes,
de la ética, militantes
y de la estética, mutantes.
Somos bailarines del amor
que, enredados en un tango,
nos revolcamos por el fango
bajo un sol abrasador.
Mientras se instala el vacío
en nuestros cuerpos ardientes,
como niños obedientes
renunciamos a invocar el desafío.
En nuestras horas caducas,
cobijados en las sombras,
se anularán citas calientes
donde el rechinar de dientes
perforará nuestras nucas
y pateará nuestras alfombras.
Mas un día bailaremos la danza de Eros,
lo haremos sin límite, como posesos,
nos sacaremos la espina comiéndonos a besos,
disfrazándonos de amantes,
sin pelucas ni sombreros,
y mostrándonos al mundo
como un par de vagabundos,
sedientos de amor, moribundos,
y cobrándonos en carne
lo que perdimos un día,
en casi sesenta segundos,
por un acuerdo impoluto
en aquella tarde de luto,
pacto de silencio hablado
que se dirimió en un minuto.
4. POTAMOLOGÍA
Tu amor viene a mí como clamor
de lluvia fresca que empapa mi cabeza,
y en contacto con la tierra
se torna fragüín sencillo de vadear
que discurre entre las piedras
vestidas de verde musgo,
hijas de una montaña.
En caída libre,
en cascada a través de mi garganta,
vierte como río que llega hasta mi pecho,
se adentra, encajona y excava un desfiladero.
El agua de este río, que es tu agua,
en lo llano se remansa y hace tojos,
pero busca el mar con desespero
remolineando cadozos tan profundos
que calan hasta el fondo de mi corazón.
Tu húmedo abrazo rodea mi cintura
dibujando la concavidad de un meandro,
y deja mi ombligo en medio, solitario,
como si fuese esa romántica mejana
que aguarda la llegada de la noche
para velar a los amantes.
Más abajo, casi en el mar, el horcajo,
sexo contra sexo,
mi río recibe el agua de tu río y se desborda,
formando un gran estero
lleno de vida y de barros,
de juncos y de limos,
de caricias y de mimos.
5. Toma del talle mi copa
Toma del talle mi copa,
doma mi engalle,
quita mi ropa
y acaríciame al detalle.
El vidrio se funde
con el calor de mi mano
que le arropa.
La llama expande,
el viento a popa,
el hombre es fuego,
la mujer estopa,
y el demonio,
cómplice de la pasión,
nos deja arder como fallas
y además sopla.
Atrapa mi clave
que yo me acerco
a tu misterio con sigilo,
pues este amor pende de un hilo
y siempre habrá algún cenizo
que lo toque y que lo rompa.
Toma del talle mi copa,
doma mi engalle
y cíñete a mi cintura,
abrazando ese fantasma
que en tus delirios galopa
y espolea tu locura,
aferrándote a este amor
que, pese al tiempo y la muerte,
frente al dolor y el olvido,
signo de la mala suerte,
aún está vivo y perdura.
6. Toma del talle mi copa
Toma del talle mi copa,
doma mi engalle,
quita mi ropa
y acaríciame al detalle.
El vidrio se funde
con el calor de mi mano
que le arropa.
La llama expande,
el viento a popa,
el hombre es fuego,
la mujer estopa,
y el demonio,
cómplice de la pasión,
nos deja arder como fallas
y además sopla.
Atrapa mi clave
que yo me acerco
a tu misterio con sigilo,
pues este amor pende de un hilo
y siempre habrá algún cenizo
que lo toque y que lo rompa.
Toma del talle mi copa,
doma mi engalle
y cíñete a mi cintura,
abrazando ese fantasma
que en tus delirios galopa
y espolea tu locura,
aferrándote a este amor
que, pese al tiempo y la muerte,
frente al dolor y el olvido,
signo de la mala suerte,
aún está vivo y perdura.