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Formosa,
 tierra de
tradiciones
D escubrí sus costumbres

Comi das     y mi tos
Karí Octubre

                 Yasy- Yatere


                 El Pombero

J opara

Sopa paraguaya


Kibebe
E L PRE MIO E S PA RA L OS PRE VISORE S.
  E L C A STIGO PA RA L OS HA RA GA NE S




Karaí Octubre
                INIC IO
E L QUE DUE RME L A SIE STA ,
    NO E SC UHC A E L SIL BIDO HIPNÓTIC O




 
    Yasy-Yateré
                  INIC IO
A MIGO DE QUIE NE S L E HA C E N RE GA L OS
Y E NE MIGOS DE QUIE NE S HA BL A N MA L DE ÉL




EL POMBERO        INIC IO
R    ecorrer el m onte a la hora d e la siesta, atrayend o a
los ni ños con un silbid o y se vale d e su bastón m ágico
a quienes los rapta.
L os lleva al m onte y los retiene un tiem po para jugar, y
luego los pierd e.
A      quienes d uerm en la
siesta, no les hace nad a.
U na form a d e volverlo
inofensivo es quitánd ole su
bastón d orad o. Y una form a es
em briagarlo con caña o
ofreci énd ole pencas d e tabaco,
pues sin el bastón carece d e
pod eres y entonces el Yasy se
pone a llorar com o un ni ño
peque ño.
 
E   l Yasy Yateré suele ser representad o com o un
enano o un ni ño peque ño, d esnud o, herm oso, d e
cabellos d orad os, (en algunas variantes barbud o), con
un som brero d e paja y un bastón d e oro d ond e resid en
sus pod eres m ágicos .
Es el cuarto hijo d e Taú (esp íritu d el m al) y d e
K eran á (d iosa d el sue ño).
 
E    ste m ito es usad o por las m ad res,
sobre tod o en áreas rurales, para evitar que
los ni ños se alejen d e sus casas a la hora d e
la siesta (obligad a en estos sitios por las
elevad as tem peraturas).
Yasy-Yateré se oye, ni se ve.
Es invisible para tod os excepto para los
ni ños que los oyen por el silbid o con los
que los atrae.
L   e llam an… .
Karaí Octubre
H om bre m ed io petiso con su
ancho som brero que lo achata
aún m ás. L leva puesta unas
ropas ro ñosas y hace sonar su
rebenque antes d e entrar a
espiar en las cocinas y en las
ollas. Se le ahuyenta
solam ente con una
olla repleta d e com id a.
L   a ense ñanza d e esta trad ici ón es que hay que
prever el alim ento para la fam ilia d urante los m eses
d e “vacas flacas”, época que se inicia en octubre
(sequ ía prolongad a) y que abarca los últim os m eses
d el año. S í uno no siem bra , no tend rá alim ento.
S   i no encuentra suficiente
com id a en la olla, él se
qued ará en el hogar.
Ad em ás d e los rebencazos, la
m iseria acom pañará a la
fam ilia por tod o el año, con
sus nefastas consecuencias.
A    quellas m ujeres que le ced en el paso y le d ejan
espiar en las ollas, sin hacerles faltar el puchero bien
servid o, qued arán con la conciencia tranquila y no
serán m olestad as por el resto d el año.
P   ara granearse su am istad hay que hacerle
regalos. D ejarle un tabaco, m iel, botella d e caña,
sobre alguna silleta o atrás d e la casa, cerca d el
rancho, rogánd ole que no com eta m ás travesuras.




G    anand o su sim patía, el Pom bero cuid a d e la
casa d el que le regaló, d e sus anim ales, d e sus
cosas y hasta se d ice que retribuye atenciones,
apareciend o en la casa frutas, huevos, etc.
S   i se habla m al d e él o no se le hace
regalos pued e vengarse persiguiend o a
las m orad ores d e la casa; asusta
m ed iante un sim ple toque le d eja con
ataques o m ud o o zonzo o tem bleque.
N uestra gente se guard a d e pronunciar su
nom bre, en las reuniones nocturnas,
porque pued e aparecer cuand o se lo
nom bra, com o acud iend o a un llam ad o.
E   l Pom bero,es….
d uend e, feo, bajo, fornid o,
m oreno, con m anos y pies vellud os, cuyas
pisad as no se sienten,
cubierto con som brero d e paja y con una
bolsa al hom bro .
H abita en n casas o taperas aband onad as
d e noche.
S   e hace invisible cuand o quiere y hacerse
sentir por un toque, con sus m anos vellud as,
que prod ucen escalofrío; pasar por el ojo d e
una cerrad ura, correr d e cuatro patas,
im itar el canto d e las aves, el silbid o d e
los hom bres y d e las víboras,
el grito d e anim ales, aullid os, el piar d e los
pollitos. Es travieso; suelta los anim ales d el
corral o roba tabaco, d esparram a el m aíz.
E   sta leyend a cuenta que d espierta a las m ujeres con
el suave caricia d e sus m anos vellud as, pues llega d e
noche a la casa d ond e existen m ujeres solas, y que si
ellas no les d an un cigarrillo y un poco d e vino, con
sólo tocarles el vientre las em barazan...
Esto explica aquellos nacim ientos d e los niños
extram atrim oniales, "
“J opara”

Ingredientes
L os casi únicos prod uctos d isponibles,
el locro (o el locrillo),
el kum and a (poroto) y
verd uras (zapallo, cebolla, tom ate y kuratû).
Preparación:
Tod os los ingred ientes son hervid os
por varias horas hasta que, a punto, se convierta en sopa.
Se cocina en una olla d e hierro, con fuego d e carbón o leña,
en el trad icional brasero.



  L a faena para preparar el “Jopara” lleva prácticam ente tod a la
  m añana; al lad o se hará hervir la m and ioca que se convertirá en el
  acom pañante m ás ind icad o.
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  • 1. Formosa, tierra de tradiciones D escubrí sus costumbres Comi das y mi tos
  • 2. Karí Octubre Yasy- Yatere El Pombero J opara Sopa paraguaya Kibebe
  • 3. E L PRE MIO E S PA RA L OS PRE VISORE S. E L C A STIGO PA RA L OS HA RA GA NE S Karaí Octubre INIC IO
  • 4. E L QUE DUE RME L A SIE STA , NO E SC UHC A E L SIL BIDO HIPNÓTIC O   Yasy-Yateré INIC IO
  • 5. A MIGO DE QUIE NE S L E HA C E N RE GA L OS Y E NE MIGOS DE QUIE NE S HA BL A N MA L DE ÉL EL POMBERO INIC IO
  • 6. R ecorrer el m onte a la hora d e la siesta, atrayend o a los ni ños con un silbid o y se vale d e su bastón m ágico a quienes los rapta. L os lleva al m onte y los retiene un tiem po para jugar, y luego los pierd e.
  • 7. A quienes d uerm en la siesta, no les hace nad a. U na form a d e volverlo inofensivo es quitánd ole su bastón d orad o. Y una form a es em briagarlo con caña o ofreci énd ole pencas d e tabaco, pues sin el bastón carece d e pod eres y entonces el Yasy se pone a llorar com o un ni ño peque ño.  
  • 8. E l Yasy Yateré suele ser representad o com o un enano o un ni ño peque ño, d esnud o, herm oso, d e cabellos d orad os, (en algunas variantes barbud o), con un som brero d e paja y un bastón d e oro d ond e resid en sus pod eres m ágicos . Es el cuarto hijo d e Taú (esp íritu d el m al) y d e K eran á (d iosa d el sue ño).  
  • 9. E ste m ito es usad o por las m ad res, sobre tod o en áreas rurales, para evitar que los ni ños se alejen d e sus casas a la hora d e la siesta (obligad a en estos sitios por las elevad as tem peraturas). Yasy-Yateré se oye, ni se ve. Es invisible para tod os excepto para los ni ños que los oyen por el silbid o con los que los atrae.
  • 10. L e llam an… . Karaí Octubre H om bre m ed io petiso con su ancho som brero que lo achata aún m ás. L leva puesta unas ropas ro ñosas y hace sonar su rebenque antes d e entrar a espiar en las cocinas y en las ollas. Se le ahuyenta solam ente con una olla repleta d e com id a.
  • 11. L a ense ñanza d e esta trad ici ón es que hay que prever el alim ento para la fam ilia d urante los m eses d e “vacas flacas”, época que se inicia en octubre (sequ ía prolongad a) y que abarca los últim os m eses d el año. S í uno no siem bra , no tend rá alim ento.
  • 12. S i no encuentra suficiente com id a en la olla, él se qued ará en el hogar. Ad em ás d e los rebencazos, la m iseria acom pañará a la fam ilia por tod o el año, con sus nefastas consecuencias.
  • 13. A quellas m ujeres que le ced en el paso y le d ejan espiar en las ollas, sin hacerles faltar el puchero bien servid o, qued arán con la conciencia tranquila y no serán m olestad as por el resto d el año.
  • 14. P ara granearse su am istad hay que hacerle regalos. D ejarle un tabaco, m iel, botella d e caña, sobre alguna silleta o atrás d e la casa, cerca d el rancho, rogánd ole que no com eta m ás travesuras. G anand o su sim patía, el Pom bero cuid a d e la casa d el que le regaló, d e sus anim ales, d e sus cosas y hasta se d ice que retribuye atenciones, apareciend o en la casa frutas, huevos, etc.
  • 15. S i se habla m al d e él o no se le hace regalos pued e vengarse persiguiend o a las m orad ores d e la casa; asusta m ed iante un sim ple toque le d eja con ataques o m ud o o zonzo o tem bleque. N uestra gente se guard a d e pronunciar su nom bre, en las reuniones nocturnas, porque pued e aparecer cuand o se lo nom bra, com o acud iend o a un llam ad o.
  • 16. E l Pom bero,es…. d uend e, feo, bajo, fornid o, m oreno, con m anos y pies vellud os, cuyas pisad as no se sienten, cubierto con som brero d e paja y con una bolsa al hom bro . H abita en n casas o taperas aband onad as d e noche.
  • 17. S e hace invisible cuand o quiere y hacerse sentir por un toque, con sus m anos vellud as, que prod ucen escalofrío; pasar por el ojo d e una cerrad ura, correr d e cuatro patas, im itar el canto d e las aves, el silbid o d e los hom bres y d e las víboras, el grito d e anim ales, aullid os, el piar d e los pollitos. Es travieso; suelta los anim ales d el corral o roba tabaco, d esparram a el m aíz.
  • 18. E sta leyend a cuenta que d espierta a las m ujeres con el suave caricia d e sus m anos vellud as, pues llega d e noche a la casa d ond e existen m ujeres solas, y que si ellas no les d an un cigarrillo y un poco d e vino, con sólo tocarles el vientre las em barazan... Esto explica aquellos nacim ientos d e los niños extram atrim oniales, "
  • 19. “J opara” Ingredientes L os casi únicos prod uctos d isponibles, el locro (o el locrillo), el kum and a (poroto) y verd uras (zapallo, cebolla, tom ate y kuratû). Preparación: Tod os los ingred ientes son hervid os por varias horas hasta que, a punto, se convierta en sopa. Se cocina en una olla d e hierro, con fuego d e carbón o leña, en el trad icional brasero. L a faena para preparar el “Jopara” lleva prácticam ente tod a la m añana; al lad o se hará hervir la m and ioca que se convertirá en el acom pañante m ás ind icad o.