3. Tomó la nota y leyó:
¿Podría mandarme 12 salchichas y una pierna de
cordero, por favor?
El perro también traía dinero en el hocico, un billete
de 50 euros. Cogió el dinero y colocó las salchichas
y la pierna de cordero en el hocico del perro.
El carnicero estaba muy impresionado y como ya
era hora de cerrar el negocio, decidió seguir al
perro.
4. El perro comenzó a bajar por la calle cuando llegó
a un semáforo.
Depositó la bolsa en la banqueta, brincó y apretó
el botón para cruzar.
Esperó pacientemente ente con la bolsa en el
hocico a que se pusiera en rojo para poder
cruzar. Atravesó! entonces la calle y caminó
hasta una parada de autobús, con el carnicero
siguiéndolo de cerca.
5. En la parada, el perro miró hacia el horario y se
sentó en el banco a esperar el autobús y cuando
llegó uno, tras cerciorarse de que no era el
autobús correcto, siguió esperando por el
indicado.
6. Otro autobús llegó y volvió a mirar. Vio que
ese era el correcto y entró. El carnicero,
boquiabierto, siguió al can. De repente, el can
se levantó y, erguido sobre las patas
traseras, tocó el timbre
para descender, todo ello
con la bolsa en el hocico.
7. Y bien, carnicero y perro fueron caminando por la
calle, hasta que el perro se detuvo en una casa y
puso las compras en el banco de la puerta.
Entonces, retirándose un poco, corrió y se lanzó
contra la puerta.
Repitió la acción varias veces. Nadie respondió en
la casa.
El perro rodeó la casa, saltó una cerca y fue hasta
la ventana; allí comenzó a tocar con la cabeza en
el vidrio varias veces.
8. Regresó a la puerta, abrió un hombre, y comenzó a
golpear al perro.
9. El carnicero corrió hasta el hombre para impedirlo,
diciéndole:
-¡Por Dios amigo! ¿Qué es lo que está haciendo?
¡Su perro es un genio!
El hombre respondió:
-¿Un genio? ¡Ya es la segunda vez en esta semana
que al perro guevon este, se olvidan las llaves!
10. Moraleja:
Puedes continuar excediendo las expectativas de todos
en tu trabajo, pero a los ojos de un jefe coño de madre,
siempre estarás por debajo de lo que él quiere.