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DOMINGO, 23 deenero de 1966
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postra! "Priim.
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584r
CLARIFICACIONES
ITALIANAS
La política italiana ofrece en los
últimos lustros un contraste curioso.
La evolución de fondo, vista conpers-
pectiva, aparece clara, lógica, inte-
ligente, satisfactoria. Pero esa evo-
lución, que acredita un sentido muy
fino de la realidad, se presenta agi-
tada a menudo por incidencias ines-
peradas, episodios teatrales, sutiles
evoluciones tácticas de personas y
grupos, que turban la atmósfera y
obligan a nuevas y sucesivas clarifi-
caciones.
Que la política es el arte de lopo-
sib.e puede entenderse en dos sen-
tidos. Primero, que es el arte de con-
tentarse con lo que es posible hacer.
Segundo, que es el arte de hacer po-
sible lo que se considera necesario.
El segundo es, por supuesto, el más
importante, y los dirigentes italianos
de la posguerra han mostrado que
eran, en este sentido, políticos. Fue
posible, en un primer paso, gobernar
sin los comunistas después de haber
gobernado con los comunistas. Fue
posible realzar lo que había previsto
el mismo De Gasperi y hacer de la
Democracia Cristiana un partido de
centro que se orientaba hacia la iz-
quierda. (Esa relativa querencia iz-
(tuierdista es lo queha asegurado,por
otra parte, que la Democracia Cris-
tiana siguiera siendo un partido de
centro, eje de la política italiana.)
Fue posible también que el partido
socialista italiano tomara sus distan-
cias respecto a los comunistas, aun
al precio de una escisión. Fue posi-
ble- establecer un acuerdo y uupro-
grama de centro-izquierda y reunir
en un Gobierno a los demócrata-cris-
tianos, los socia.demócratas y losso-
cialistas, fistá siendo posible encami-
nar a estos dos últimos hacia lareu-
nuicaciún en un solo partido socia-
lista. Las operaciones lógicas deuna
evolución sensata se han ido reali-
zando electivamente, pese a los es-
cepticismos y a las previsiones con-
trarias.
Pero no menos constante ha sido
el reverso. El último episodio enuna
larga serie de sorpresas e imprevis-
tos, ha sido la votación secreta que
en la noche del jueves dejó en mino-
ría al Gobierno, al desertar una cin-
cuentena de «francotiradores» demó-
crata-cristianos. El día antes, y a
propósito de la misma ley, el Gobier-
no había obtenido el voto de confian-
za. El presidente del Consejo ha pre-
sentado la dimisión «para favorecer
la clarificación de la situación polí-
tica».
No parece que el objeto de la vo-
tación —un proyecto de ley sobrejar-
dines de infancia estatales— haya si-
do la razón de lo que ha sido ca-
lificado como «golpe de mano contra
el Gobierno». Más bien habrá «ido el
pretexto. Este proyecto de ley era
una pieza importante en el progra-
ma de centro-izquierda. El proyecto
había despertado receios, porque casi
sólo las instituciones religiosas tenían
hasta ahora jardines de infancia. Pe-
ro se había llegado a un compromi-
so entre las exigencias de los católi-
cos y las de los «laicos» en el seno
de la coalición gubernamental. Ese
compromiso había sido considerado
plenamente satisfactorio por «L'Os-
servatore Romano».
Los partidos de la coalición guber-
namental tenían previsto para elmes
de febrero un repaso al programa de
- gobierno. El examen, la verificación,
se pensaba que afectaría a iosmo-
; dos, ritmos y acentos en la aplica-
ción del programa común y que se
traduciría tal vez en retoques y ace-
leraciones parciales. Ahora se ha
convertido, por voluntad de unos di-
putados acogidos al secreto de lavo-
tación, en una verdadera crisis. Los
observadores encuentran, en el fondo
problemático de esta crisis, la bulli-
ciosa personalidad de Faníani, casi
recién dimitido ministro de Asuntos
exteriores y que en un discurso aca-
baba ya de aludir a la vuelta alGo-
oierno de la corriente que representa
uentro de la Democracia Cristiana, y
ue él mismo.
Puede ser un problema para un
partido no disponer de hombre de
valía. Pero a veces es también un
rablema disponer de dos hombres
a iosos para unos mismos puestos.
íoro y Fanfani han sido secretarios
ie su partido y presidentes del Con-
sejo. Fanfani presidid el primer Go-
rno de centro-izquierda. M o r o
sidía el segundo.
i probable que la fórmula pclíti-
—la coalición centro-izquierda—,
i siendo la misma. Es posible que
¡residente de la coa'ición gu'er-
nental siga siendo el mismo. Y, a
•aves de nuevas turbaciones y nue-
m clarificaciones, la vida política
;
'iHana seguramente continuará des-
nudo su rico pric^so de evolu-
ciones inteligentes esmaltado deepi-
sodios inesperados.
Nueva York: LAMUERTE DE NEWGOMB MOTT
HA INTRIGADO ALAOPINIÓN PUBLICA
PESE A LA AFIRMACIÓN SOVIÉTICA DEL «SUICIDIO», LA GENTE CREE QUE EL
MUCHACHO FUE ASESINADO POR AGENTES RUSOS
NUEVA YORK, 22. (CRÓNICA DE NUESTRO REDACTOR)
El suicidio delsubdito norteamericano,
Newcomb Mott, en un tren soviético que
le trasladaba de la cárcel de Murmansk,
a un campo de trabajo, ha turoado
considerablemente a la opinión. No se
sabe bien por qué la sentencia contra
Mott ha sido tan dura, ni qué razones
han podido llevarle a atentar fatalmen-
te contra su vida. Los Estados Unidos
han pedido a Rusia pruebas de que se
trata de un suicidio y en esta hora pa-
rece ser que en Moscú están dispuestos
a dar toda clase de facilidades a la re-
presentación norteamericana para que
lleve a cabo su investigación. Será la
única manera de acallar los rumores, si
una encuesta puede dar resultado po-
sitivo.
EL EXTRAÑO EPISODIO
FRONTERIZO DE MOTT
El caso no deja de ser extraño. El
estío pasado, estando veraneando en
Noruega, Mott, un vendedor de Shef-
field, en el Estado de Massachussets,
cruzó la frontera rusa, sin visado. En el
punto donde él lo hizo, los noruegos no
lo necesitan para internarse en territo-
rio ruso. Mott dice que no sabía que él
lo necesitara, como subdito norteame-
ricano, habiendo pasado la zona fron-
teriza con la idea de comprar algunos
objetos. Vodka entre los más espirituo-
sos. Fue detenido por las autoridades
rusas, a las que se dirigió el propio
Mott, cuando cansado y desorientado
quiso volver al punto de partida. La
posición soviética es que podía tratarse
de un espía. Vivimos en un mundo tan
imaginativo, con el infatilismo creado
por las hazañas inventadas por James
Bond, que la sospecha es suficiente pa-
ra destrozar la vida de la persona más
inocente. La comunicación del propio
ministro de Asuntos Exteriores soviéti-
co a la Embajada norteamericana, de
que Mott se había cercenado la yugu-
lar, quitándose la vida, ha terminado
por inflamar los restos que quedan de
imaginación.
UN SUICIDIO REALMENTE
DIFÍCIL
La Embajada norteamericana ha or-
denado inmediatamente a dos cónsules
que se trasladen a Kirov, a más de700
kilómetros de Moscú, donde ha sido tras-
ladado el cuerpo del pobre Mott. Ei
embajador norteamericano en Moscú,
señor Kohler, ha dicho que se sentía
profundamente conmovido y deploraba
la forma en que fue llevado este asun-
to y su trágico fin.
La sospecha de asesinato, aunque no
exista ningún indicio que lo abone, ha
venido señalada por la madre de la
víctima, quien no puede creer que na-
die pueda atentar contra su vida es-
tando rodeado de rusos y no llevando
arma alguna. Los padres de Mott ase-
guran, además, que su hijo no era pre-
cisamente el tipo del hombre que se
quita la vida. Avivando el melodrama,
el abogado de la familia, que había sido
antes comisario de policía en esta ciu-
dad, ha insistido en lo del asesinato di-
ciendo que los soviets no deseaban que
revelara la forma cómo había sido tra-
tado en la cárcel. Todo esto es conse-
Foto (tomada en 1903) de Newcomb
Mott, el norteamericano de 27 a"?os
que se ha suicidado citando era
trasladado a un campo d? trabajo
ruso, (Foto Cifra-Fax)
cuencia del misterio que envuelve siem-
pre la vida en Rusia, mucho más tra-
tándose de la administración de la jus-
ticia.
DURA SENTENCIA Y DUROS
INTERROGATORIOS
Nadie duda de que la sentencia con-
denando a Mott a J8 meses en uncam-
po de trabajo, tan sólo per haber tras-
pasado la frontera, ha sido dura, exce-
siva, injusta. Durante el juicio, sus pa-
dres pudieron trasladarse a Rusia para
asistir a él. Mott, que parece fue siem-
pre un tipo jovial y alegre, cambió to-
talmente de carácter al conocer la sen-
tencia. Pero ya antes, mientras esperaba
el día de su presencia ante el tribunal,
había perdido en la cá cel ca i veinte
kilogramos, lo que viene a probar que
la presión nerviosa a que estaba some-
tido, y muy posiblemente por conside-
rar lo injusto de su situación, podía re-
sultar intolerable. Su traslado a un
campo do trabajo, la incertidumbre mis-
ma de su porvenir, el temor o terror
a las penalidades que le aguardaban.
debieron influir considerablemente en
su mentalidad. Incluso Mott, que había
deseado hablar con los reporteros que
hacen en Rusia información, no logró
permiso para hacerlo. ¿Se temía que
mera un espía? ¿Su pérdida tremenda
de peso puede demostrar que fue so-
metido a difíciles interrogatorios? To-
do es posible, con la resultante de un
desenlace extrañísimo que en caso de
suicidio no evade tampoco de la res-
ponsabilidad a quienes le infligieron
tan increíble conaena.
ÍNTERES DE EDWARD
KENNEDY POR EL CASO
El senador Kennedy, por el Estado
da Mas-sachussetts, ha expresado tam-
bién su impresión sobre este lamenta-
ble episodio, que culmina una serie de
malos momentos que Mott debió sopor-
tar. La apelación contra la sentencia
me desestimada por el Tribunal Su-
premo ruso. No se entiende bien por
qué motivos, dadas las características
ael caso. Ei mismo Departamento de
listado de Washington ha dicho que la
decisión del tribunal se aparta de la
práctica soviética en otros casos pare-
cidos. Ni siquiera en las numerosas pe-
ticiones llevadas a cabo por el Gobier-
no de los Estados Unidos cerca del de
Rusia, para obtener una más razona-
ble y humanitaria disposición sobre la
condena lograron ser atendidas. Lo más,
razonable es pensar entonces que la de-
presión enorme que debió sentir Mott
le condujo a un acto bien irrazonable,
aunque siempre desconocemos las tri-
bulaciones *>;rsonales de cada indivi-
duo, su estado interior, la concatena-
ción de circunstancias dolorosas para
emitir juicio alguno, como no sea los
de la ley, y ya hemos visto que en esta
ocasión la ley ha obrado sin piedad.
Según declaraciones de su propia ma-
dre, Mott parecía tener terror a ser
trasladado a Un campo de trabajo. En
la cárcel, sus propios compañeros pa-
rece que eran amables con él, hacién-
dose cargo de su situación, pudiendo
mantener contactos con las autoridades
de su propio país. Pero trasladado a
un lejano campo de trabajo, ¿qué sería
de él y hasta cuándo se cumpliría la
| sentencia? E.ste fuerte desánimo debió
mimr sus resistencias morales, precipi-
tándole quizá hacia una solución trá-
gica.
«ESTAMOS AMARGA-
MENTE SOLOS»
Lo cierto es que la noticia de su sui-
cidio ha dejado en la opinión un mal
sabor de boca. Si en realidad, como pa-
rece ser, Mott cometió sólo un acto de
ligereza al pasar alegremente la íron-
| tera rusa, la falta no es de tanta gra-
j vedad como para descargar sobre sus
i hombros todo el peso de la ciega jus-
ticia. La madre de Mott ha dicho algo
que descubre el problema personal de
la víctima, un problema general: «No
haco más que pensar en lo me dijo mi
hijo durante el juicio: "Cada uno de
nosotros estamos amargamente solos".»
Ángel ZIJÑIGA.
(Mas información en la pág. 92)
La decisión espuíloia
de no considerar
Gibralfar como base
de la N.A.T. 0.
REFLEJO BRITÁNICO
Londres, 22. (Pe nuestro correspon-
sal). — La advertencia hecha por lis-
paña a las potencias de ia N.A.T.Ü.
relativa a vuelos militares con destino
a Gibraltar, ha sido acojida con gran
interés y sorpresa en Londres. Esvis-
ta en esta capital, según «The limes»,
como un paso extraordinario. «The
Times» la interpreta, al igual que al-
gún otro d ario, como forma indirecta
de presión sobre los países de la
N.A.T.O. con objeto de que ésta urja
a su vez a Gran Bretaña a iniciar dis-
cusiones con Jtspaña acerca del futu-
ro de Gibraltar. Tal presión no es con-
siderada, por nihe limes», fuerte.
Los vuelos de aviones militares bri-
tánicos sobre territorio español, nosu-
jetos a la advertencia hecha por el
Gobierno de Madr d, se desarrollan
con normalidad. Exis*en, a este parti-
cular, acuerdos bilaterales hispano-
britán.cos. Los vuelos de otros avio-
nes de la N.A.T.O., rumbo a Gibral-
tar, son escasos. El Gobierno deLon-
dres estudia, por otra parte, el «Libro
rojo» español acerca de Giaraltar. La
impresión, a juzgar por lo que «The
Times» aiirma, es que tal anális s sera
tomado con caLna. Ln Londres se
concreta que Gibra tir no es una base
de la N.A.T.O., aunque sea utilizada
para ciertos propüsi.os de la misma.
«The Daily Telegrap..» dísl.za, en cró-
nica desde Madrid por su correspon-
sal diplomático, Michuel Hilton, que
resta por ver si se seguirán autorzan-
do ¡os vuelos de aviones militares bri-
tánicos sobre territor.o español y . . . J
destino a Gibraüar.
«The Fininial Times», publica tani-
bién la noiicia. — L. M. t'.
"LA VANGUARDIA" PUBLICA
EN ESTE NUMERO, QUECONS-
TA DE 96 PAGINAS, LAS
SIGUIENTES SECCIONES:
Información Nacional
Páginas 6 a 12
Artículos de Colaboración
Página 13
Suplemento de Economía
y Finanzas Páginas 14 y I?
Información del Extranjero
Páginas 17 a 24
Noticiario de Cataluña
Páginas 25 a 27
Información de Barcelona
Páginas 31 a 39
Información Deportiva
Páginas 40 a 44
Arte y Artistas Página 51
Reportajes diversos
Páginas 53 a 57
Cine, Teatro y Cartelera
de Espectáculo»
Páginas 58 a 61
Programas de Radio
y Televisión Página 72
Información gráfica
en huecograbado
Páginas 46, 48 y 49
UNO DE LOS DOSAVIONES QUECHOCARON SOBRE
ALMERÍA LLEVABA ARMAMENTO NUCLEAR
SE HA TOMADO TODA CLASE DEMEDIDAS DE SEGURIDAD Y NO EXISTE MOTIVO ALGUNO DE INQUIETUD
Palomares (Almería), 22. — La tran-
quilidad ha renacido por completo entre
los habitantes de este pueblo-y sin da-
da ha acaecido lo propio en los de.las
inmediatas localidades de Vera, Garru-
cha, Cuevas de Almanzora y toda esta
zona septentrional de Almería, costera
del Mediterráneo.
Cerca de esta zona, pero fuera de la
costa, fue donde hace cinco días un bom-
bardero «B-52» del S.*C. (Strategic Air
Command), sufrió nn accidente al ser
repostado en vuelo por un avión nodriza
«KC-135». Como es sabido, en la colisión
perecieron siete de los once tripulantes
de los dos aviones; los cuatro restantes
pudieron lanzarse en paracaídas y ser
rescatados con posterioridad. Los restos
incendiados de los aparatos cayeron a
tierra y se dispersaron.
Las autoridades y el personal civil de
las poblaciones próximas, además de co-
laborar en el salvamento de los cuatro
aviadores, procedieron a la extinción de
los restos incendiados. Inmediatamente,
y como ya informó en su momento el
Ministerio del Aire, fuerzas de gu Ejér-
cito se trasladaron a este mismo lugar
para adoptar las medidas de búsqueda
y seguridad Imprescindibles, a fin deal-
canzar unaInformación completa y efec-
tuar un análisis de las circunstancias,
así como para colaborar en la recupera-
ción de elementos de oarácter secreto
militar, entre éstos figuraban el anua-
mentó nuclear desarmado que normal-
mente transporta este tipo de aviones en
sus vuelos de entrenamiento.
PROSIGUE LA BÚSQUEDA
En estas operaciones colaboraron y
siguen colaborando unidades de la Ma-
rina española y norteamer.cana y un
grupo de helicópteros que han rastrea-
do las zonas próximas a la costa.
La naturaleza del armamento nuclear
desarmado y de los otros elementos
técnicos de carácter milHaT ha exigi-
do que las medidas de seguridad seex-
tendieran en los días sucesivos, tanto
para facilitar los rastreos como para
ampliar la zona de seguridad a las re-
giones limítrofes con el lugar donde,
dispersos en un radio de acción decin-
co kilómetros, habían caído los restos.
Al mismo tiempo, se obtuvo la cola-
boración de las fuerzas militares de los
Estados Unidos destacadas en España
en virtud de los acuerdos bilaterales
hispano-norteamericanos para quecoo-
peraran activamente en estas labores,
máxme cuando los dos aviones sinies-
trados eran de sus fuerzas aéreas.
EN NINGÚN MOMENTO
HUBO PAÑI¿O
En ningún momento ha habido pánico,
como algunas informacionr 3 extranjeras
han pretendido, en ua ru.» ¿iLu süUaa-
cionalista; pero sí, como es natural,
cierto nerviosa no ante ei despliegue
técnico y de hombres que por razones
de seguridad y para facilitar las medi-
das de búsqueda, ha sido desarrollado.
Las exploraciones médicas y los análi-
sis llevados a cabo desde el primer mo-
mento, por los técnicos, han demostrado
que no existía ni existe peligro alguno
para la salud pública o para la seguri-
dad, corno consecuencia de este acci-
dente. Naturalmente, se han hecho ex-
ploraciones y análisis de quienes han te-
nido contacto con los restos de] avión
o de su armamento, para, en un exceso
de precaución, poder precisar todas las
circunsíancias sanitarias.
Las medidas, que son muy extensas,
permiten reafirmar que no existe en
absoluto motivo alguno de inquietud.
De otra manera se habrían evacuado
los habitantes de Palomares, Herrerías,
El Boliche y de otras pequeñas agrupa-
ciones rurale? de la zona; que la vida
en las mismas es normal y que no está
de ningún modo prohibido el acceso a
estos lugares, como lo demuestra la
gran cantidad de corresponsales espa-
ñoles y extranjeros que lo recorren.
Que un guardia civil de ios que ab-
negadamente colaboran en la Investiga-
ción de esta región tan abrupta pueda
torcerse un tobillo, no puede servir de
base p?r<t hablar de bajas en la fuerza
pública.
Tampoco que una madre quiera Im-
pedir que sus hijos salgan al campo,
significa que esté atemorizada. Todo esto
son consecuencias normales del acciden-
te y en servicio de la verdad no hay oue
exagerarlas ni orear sensacionalismo al-
rededor de un hecho sin s gnificación es-
pecial como es un accidente aéreo e in-
clusive un accidente de aviones con es-
te tipo de armamento, de los tute, según
explican los técnicos de las Fuerzas
Aéreas, han ocurrido más de un docena
en diferentes países, sin que en ningún
momento ocurriera nada trascendente,
salvo el hecho en sí, que ya es bas-
tante. — Cifra.
Telf. 23218S&»
* uscripcioneé-
sr-