1. AMARGOS FRUTOS
¿A cuánto asciende la cifra de muertos en el Irak "liberado"? Tan sólo el miérco- Parece ser, sin embargo, que no gustan las "liberaciones" baitales y a la fuerza.
les un atentado y diversos enfrentamientos con rebeldes han sumado cien ca- Parece ser que, además, si se suma la torpeza de permitir la lectura del conflicto
dáveres más a la siniestra cosecha. en clave de lucha de civilizaciones, con un cierto hedor a redición de las cruza-
Coincidía el atentado del miércoles con el primer mes de gobierno del nuevo das, están disponibles todos las condiciones para provocar la aparición de un
Gobierno ¡ral<í, el cual, según diversos expertos, es percibido por la mayor conflicto enquistado, de difícil solución en el corto y medio plazo.
parte de la población cómo un mero apéndice de la ocupación estadouniden- Sin ánimo de simplificar, una lectura rápida del conflicto llevaría a caracterizar el
se. mismo como una mezcla de mentiras y errores. Se miente cuando se pretende
Carente, por tanto, de respaldo intemo, y con unas facultades y medios limita- justificar la invasión con la existencia de armas de destoicción masiva. Se mien-
"^os, el nuevo gobierno iraki ha resultado ser el depositario no de la soberanía te cuando se vincula el régimen iraki con Al Qaeda. Se miente cuando se supe-
de Irak, sino de la aparente responsabilidad de la violencia que se ceba sobre dita la pacificación de Oriente liledio a la desaparición del régimen baasista. Se
^na población cada vez más castigada por una combinación insoportable de yerra cuando se piensa que la población iraki aceptará de buen grado la ocupa-
resistencia, terrorismo y crimen organizado. ción militar. Se yerra cuando se considera destruido el ejército iraki, sin caer en
Ala violencia desatada, el nuevo gobierno iraki sólo puede responder, más allá la cuenta de que sus mejores unidades se han desperdigado para proseguir con
de declaraciones altisonantes, con la escasa efectividad de unas patrullas cor- una guerra de guerrillas.
eas en dotaciones, equipamiento y preparación, puesto que a lo largo del perio- Mentiras y equivocaciones que han llevado a que ahora se recojan los amargos
do comprendido entre la invasión y la "cesión de soberanía" el intento de formar frutos de una siniestra cosecha. Mentiras y equivocaciones de lobby
'Jna policía en condiciones se ha visto enormemente dificultado por los atenta- energético, aliado con el ala más reaccionaria de la derecha america-
dos dirigidos contra los centros de reclutamiento y los cuarteles de la policía. na. Mentiras y equivocaciones provocadas por los intereses de las
Esta situación refleja con total crudeza la ausencia de planes rigurosos por petroleras y los neocon.
parte de la potencia ocupante para gestionar el escenario posterior a la inva- Al menos del lado USA hay explicaciones que justifican
sión. Los ideólogos neocon terminaron creyendo en los tópicos de la propagan- desde el punto de vista intelectual, ya que no moral, las
da desplegada para favorecer un clima partidario de la invasión. Las tropas decisiones adoptadas. Aquí, en España, sólo se puede
estadounidenses serían recibidas en un auténtico baño de multitudes, flores, aducir como razón para tanto disparate la inmensa egola^
música. Las escenas del París liberado en la segunda guerra mundial se repe- tría de tgi acomplejado empeñado en salir del rincón
tirían a orillas del Tigris, en ausencia de un Sena que hiciera de fondo del deco- oscuro de la historia en el que él se veía colocado y un
rado. recientemente descubierto afán de ser condecorado. • _
' ^ ser complicado por el complicado pasado común de los dos contertulios. nes. Difícil modo de avanzar en esas circunstancias. Una izquierda ésta empeñada
^ '^'° y escuchado el pasado miércoles olía a decadente, a riña ancestral, a en ponérselo fácil a quienes deben elegir entre izquierda y derecha. No sé si alcan-
'-3 sensación generalizada del público al salir era de decepción. La que za la categoría de sectarismo que denunciaba Marsá, pero sí es de ley reconocer
K ^^ que unos y otros se crean en posesión de la versión única y verdadera; la que muchas veces la actitud de algunos miembros de Alternativa ha dejado mucho
[^ P''ovoca observar un rifirafe propio de Karmele y Marinas. que desear, y en determinados momentos sus actuaciones no han tenido nada que
ofrecida fue la de dos familias enfrentadas. Y de hecho en parte es asi. envidiar la de los políticos a los que tanto repudian. Pero eso no justifica, como hizo
® lUe Pedro Hernández comenzara su particular andadura en El Guincho y Jorge, un ataque generalizado ai conjunto de la gente que participa en el proyecto
«lia de Alternativa Ciudadana.
scena pública, hace cinco años, han sido cada vez más quienes se han
^^"tido
afectados por los modos de hacer del peculiar líder alternativo, y han sido Me quedo, eso sí, con la propuesta última de Marsá: la retirada de la escena pública
ez más quienes han optado por desvincularse de su entorno a la hora de de las viejas glorias y dejar el camino abierto a la juventud, esa que nada sabe ni
Parti
Par socialmente. Motivo por el cual sorprende las constantes recriminaciones debiera saber nunca de trabes mentales ni de eternas rencillas. Si, ya sé cual es el
Por
"^e del sector Alternativo hacia quienes no "curran" tanto como ellos. Muchos comodín que tiene Pedro para estas ocasiones: ¡Nos quieren jubilar! ¿Y qué pasa
, ^ T erido y lo han intentado, pero se han encontrado de frente con los recelos con las tres íes? ¿Y la intergeneracionalidad? ¡Traidores! La matraquilla gastada de
3les de una izquierda rancia obsesionada con los complots y las conspiracio- siempre. En fin. .
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