Este documento resume el proceso de americanización de Puerto Rico tras la invasión estadounidense en 1898. Describe los cambios impuestos por Estados Unidos en la educación, economía y cultura para sustituir las instituciones hispánicas por las estadounidenses. También analiza cómo este tema se refleja en la literatura puertorriqueña y cómo afectó la identidad y actitudes de los puertorriqueños.
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Américanización PR
1. Universidad de Puerto Rico
Recinto de Arecibo
Departamento de Español
La americanización del puertorriqueño
Joymille Rivera López
840-08-6600
ESPA 4231 LC0
2. Si se quiere dominar es necesario saber cómo hacerlo. No necesariamente
se tiene que utilizar la violencia para lograr un objetivo. Cuando esa es nuestra
meta se recurren a métodos inimaginables. Es por esto que no importan los
sentimientos ni mucho menos las condiciones a las cuales se sometan los
dominados. Puerto Rico es una isla pequeña en territorio pero grande en historia.
Según la “Enciclopedia de Puerto Rico en línea” fue descubierta por Cristóbal
Colón en 1493 y desde ese entonces se mantuvo bajo la dominación del gobierno
español. Pero ese gobierno autónomo concedido por España no duró. En 1898 la
explosión del buque Maine en la bahía de la Habana, Cuba provocó la guerra
hispanoamericana. Ocho días después de que la legislatura se reuniera por
primera vez las tropas de Estados Unidos entraron por Guánica marcando así el
fin del experimento español y el inicio del americano.
Aunque Puerto Rico no participó en la guerra su adquisición se convirtió en
parte de una visión geopolítica de la hegemonía estadounidense en el Caribe. En
diciembre de 1898 se firmó el tratado de Paris en el cual España le cedió
formalmente los derechos civiles y el estatus político de Puerto Rico a Estados
Unidos. Hoy en día nuestra situación política continúa en manos del Congreso.
Como consecuencia de este cambio de soberanía comenzaron los cambios e
imposiciones en la isla y consigo el proceso de americanización del
puertorriqueño. En este trabajo estaré exponiendo los cambios ocurridos en la isla
a consecuencia de la invasión y el tema de la actitud y las características del
colonizado. También discutiré como se refleja este tema en el cuento “Historia de
arroz con habichuelas” de la escritora puertorriqueña Ana Lydia Vega.
3. La americanización es el proceso por el cual los pueblos de cultura
extranjera adquieren los sistemas y costumbres de vida americanos y la lealtad
nacional; o la asimilación de la cultura americana por los pueblos de nacimiento o
herencia extranjeros (Pratt, 1944). En otras palabras es el proceso mediante el
cual las personas aceptan la subordinación y renuncian, en algunos casos, a la
valoración de su propia cultura con tal de obtener los beneficios de ser “parte” de
esa nación. Escribo la palabra parte entre comillas ya que el ser una colonia no
garantiza un estatus político permanente y por consiguiente seguro. En el cuento
“Los cerebros que se van el corazón que se queda” de Magali García Ramis
podemos observar esa situación de abandono de la patria querida. En ese caso
son profesionales que parten de la isla “por muchas razones, pero todas tienen
que ver con la falta de algo”. Les ofrecen buenos trabajos y buen sueldo y sin
pensarlo dos veces parten a cumplir su sueño americano.
Desde el momento en que el americano llegó a Puerto Rico lo único que ha
querido hacer es imponer y así fue que surgieron los intentos de americanizar el
sistema de instrucción pública del 1900 al 1930. Intentos como sustituir los libros
locales por los continentales, los cuales reflejan el sistema de vida americano y la
sustitución de la lengua vernácula son algunos de los que presenta Aida Negrón
de Montilla en su libro “La americanización en Puerto Rico y el sistema de
instrucción pública 1900-1930”.
También cabe destacar que en los inicios el sistema de educación de
Puerto Rico, que estuvo dirigido por norteamericanos o puertorriqueños
incondicionales de los Estados Unidos hasta el 1946, solo difundía las
4. transformaciones americanas positivas y enseñaban que antes del 1898 todo era
tinieblas y que con la “llegada” de los americanos había salido el sol (Rodríguez,
1988). Ahora cuestiono yo, ¿Qué le estaban enseñando a nuestros niños? .Si, a
los niños que eran y son el futuro de nuestro país. Los futuros padres, madres,
doctores y abogados quienes vivirán con una noción errónea de lo que era su país
antes del atropello cometido por los americanos.
Y es que tal cual nos presenta el libro “Temas de la historia de Puerto Rico”,
editado por Ricardo Alegría, la americanización comenzó en el mismo instante en
que arribaron los colonizadores. Establecieron un gobierno militar que se extendió
por veinte meses. El mismo consistía de decretos militares que no podían ser
cuestionados y que estaban respaldados por el fusil, el sable y las largas
sentencias de cárcel (Rodríguez, 1988). ¿Realmente estaban respaldados por eso
o por el poder de una nación dominante desde el momento de su nacimiento que
por derechos de conquista pudieron hacer y deshacer en nuestro país? .Ese
mismo poder fue el que les permitió continuar la dominación según declara
(Rodríguez, 1988):
El periodo de gobierno militar, sobre todo, bajo el gobierno del general Guy
Henry, sirvió para desmantelar las instituciones de origen latino e hispánico. El
desmantelamiento de las instituciones hispánicas facilitaría su sustitución por las
instituciones norteamericanas con el propósito de americanizar a los
puertorriqueños en todas las facetas de su vida; desde la imposición del idioma
inglés hasta la prohibición de costumbres culturales como la celebración del Día
de Reyes y las jugadas de gallos. (p.210)
5. En el ámbito económico, para el 1977, el capital estadounidense en Puerto
Rico controlaba: el 81% de la industria manufacturera; el 85% de las ventas
comerciales al detal; casi la totalidad de la transportación aérea y marítima; el 81%
de la mano de obra; el 65% de la construcción de viviendas; más del 60% de las
operaciones bancarias; la mayoría de los centros de recreo y turismo y el 90% de
los productos industriales de exportación (Méndez, 1977).
No solo pretendían dominar políticamente sino cada aspecto de la cultura.
Eugenio María de Hostos, conocido como el ciudadano de América, protestó en
contra de la invasión americana citando que “Puerto Rico y sus habitantes no
podían pasar a los Estados Unidos como cuando se traspasa una hacienda con
sus peones sin el consentimiento de éstos”. Podríamos preguntarnos ¿como
ocurrió todo esto? ¿No fueron capaces los puertorriqueños de aquel entonces de
alzar su voz y dejarse escuchar? .Pero todo transcurrió durante un periodo de
“indiferencia del pueblo que estaba deslumbrado por tantas promesas fatuas; el
egoísmo político del liderato insular, la soberbia del poderoso nuevo amo y la
ausencia de tribunales internacionales de justicia o mecanismos de revisión
jurídicos para estos casos” (Rodríguez, 1988).
Memmi (1957) en su “Retrato del colonizado” presenta una buena
descripción del colonizado que puede ser adaptada al puertorriqueño. El autor nos
muestra las injusticias en el escenario laboral confirmando el racismo existente
sobre el subordinado. El colonizado se muestra como un ser ignorante, perezoso y
débil razones suficientes para que pueda ser humillado. El colonizador se muestra
superior al colonizado logrando así que se envidie su posición. Memmi señaló que
6. el racismo del colonizado no es biológico ni metafísico, sino social e histórico.
Estaba más basado en las creencias en la inferioridad del grupo detestado.
Este tema es uno muy utilizado y discutido en los libros y cuentos de la
literatura puertorriqueña. Un ejemplo podría ser el cuento “Historia de arroz con
habichuelas” de la escritora puertorriqueña Ana Lydia Vega. Como es común en
sus obras la autora presenta la invasión norteamericana, con el tono jocoso que
siempre la distingue, a través de los ingredientes que distinguen la cocina criolla.
Con cada ingrediente que menciona describe al puertorriqueño tanto de la clase
alta como al de la menos pudiente. Mediante ese humor nos lleva a reflexionar
sobre la situación política de nuestro país y el racismo existente entre los
puertorriqueños.
Es importante señalar la ruptura de reglas lingüísticas que utiliza la autora.
De esta manera nos presenta la manera de hablar del puertorriqueño y es así
como podemos identificarnos con la lectura. El uso de palabras en “spanglish”
como “Místel” y “Jordó” es importante ya que de primera instancia podemos
deducir que es el americano del invasor del que se está hablando. El mensaje
principal del cuento es la unión entre los puertorriqueños. Podemos decir que el
mismo es una exhortación a dejar a un lado todas las diferencias que puedan
existir entre nosotros y que de esa forma nos unamos y defendamos lo que es
nuestro. Ana Lydia Vega desea esa unión y ese despertar y nos exhorta de
manera humorística a que nos interesemos por la situación de Puerto Rico y
tomemos acción.
7. Concluyendo la invasión norteamericana fue un suceso que ciertamente
marcó la historia de Puerto Rico, pero también la vida del puertorriqueño. Aun hoy
día podemos percatarnos de que muchos de los cambios e imposiciones
realizadas por Estados Unidos continúan vigentes en nuestra sociedad. Contamos
con la enseñanza del inglés en nuestras escuelas y con la celebración de días
festivos americanos como el día del veterano y el de acción de gracias. Además
de los tres Reyes Magos tenemos a Santa Claus y por si fuera poco al Tío Sam
quien constantemente nos recuerda las muchas razones para unirnos al ejército
estadounidense. En eventos oficiales debemos utilizar su bandera e himno y
destruimos nuestra salud alimentándonos en sus “fast- foods”.
Ahora bien, como nos aleccionan desde pequeños hay que dar para recibir
y como en toda relación oficial es necesario un balance entre las partes
involucradas. Sería un poco egoísta de nuestra parte el no aceptar que del mismo
modo que modificaron nuestra isla muchas de esas modificaciones nos benefician.
Por ejemplo, gracias a ellos contamos con el seguro social, medicare, los famosos
“cupones”, plan ocho y las becas federales con las que muchos jóvenes tenemos
acceso a una educación universitaria y así labrarnos un futuro como agentes de
cambio. Con este trabajo pude analizar un poco más a fondo la situación de mi
país y así descubrí que es cierta la necesidad de igualdad y unidad entre todos los
puertorriqueños.
8. Bibliografía:
1. www.enciclopediapr.org
2. Henry Pratt Fairchild. Dictionary of Sociology. Biblioteca de filosofía, New
York, 1944, p. 19
3. Negrón de Montilla, Aida. (1976) La americanización en Puerto Rico y el
sistema de instrucción pública 1900-1930.New York, Editorial de la
Universidad de Puerto Rico
4. Alegría, Ricardo. (1988) Temas de la historia de Puerto Rico. Republica
Dominicana, Editora Corripio, C. por A.
5. Memmi, Albert. (1957) Retrato del colonizado precedido por el retrato del
colonizador.