El documento agradece a Dios por las pequeñas cosas de la vida cotidiana que a menudo pasamos por alto, como un hijo que ve televisión en lugar de limpiar su habitación, descuentos en el sueldo, desorden después de una fiesta, ropa ajustada, sombra al trabajar, tener una casa y un auto, poder oír a otros en la iglesia, tener ropa y amigos que piensan en uno. En general, agradece por las bendiciones simples que demuestran que se está vivo y rodeado de seres queridos.