La viejita recibe la visita de su hada madrina, quien le ofrece cumplirle tres deseos para recompensar su bondad. La viejita desea tener el cuerpo de una bella joven, cambiar su cama por una con dossel, y transformar a su gato en un bello príncipe. Sin embargo, el último deseo trae una consecuencia inesperada cuando el gato, ahora príncipe, expresa arrepentimiento por haber sido castrado.