La Shanghai Tower de 632 metros es el rascacielo más alto de China. A pesar de su altura, la torre más alta del mundo sigue siendo la Burj Khalifa en Dubai. La forma giratoria única del edificio reduce el impacto del viento, y alberga zonas comerciales, de oficinas, hoteles y espacios culturales distribuidos a lo largo de sus 121 pisos en torno a un atrio central.