1. Ventajas de las instalaciones fotovoltaicas
Como bien se sabe la energía solar fotovoltaica es hoy la energía renovable mundialmente más
aplicada en la industria de la construcción, siendo reconocida por su amplio aspecto de posibilidad
de maniobra. Esto se debe a la distribución uniforme y abundante del recurso solar, a su facilidad
de aplicación y a una reciente gran reducción de sus costos, que es lo que finalmente se ve en el
día a día; por lo que las instalaciones fotovoltaicas cada vez son más apetecidas por todas las
empresas a nivel nacional e internacional.
Un ejemplo de lo anterior es que en Argentina, en los últimos cinco años, su precio se ha reducido
en más del 60%. Estos sistemas se adaptan perfectamente a la arquitectura, y utilizados
correctamente integrados a la edificación, pueden disminuir la carga térmica del edificio y agregar
valores estéticos y de responsabilidad empresaria ambiental y social, que cada vez, es lo que todos
los gobiernos es lo que desean realizar. Ésta práctica se conoce internacionalmente como “Building
Integrated Photovoltaics”.
Y es que no se puede olvidar que los sistemas fotovoltaicos pueden ser autónomos –típicamente
usados en áreas rurales– o conectados a la red eléctrica, ya sea en grandes centrales de potencia o
bien en instalaciones de baja potencia, ubicados sobre las cubiertas, fachadas o nuestras
medianeras asoleadas, por medio de la instalación fotovoltaica aislada.
Esta última modalidad conlleva entre otras ventajas la reducción de los costos de la red de
distribución, su descongestión y la mejora de calidad del servicio eléctrico, sobre todo en épocas
de mayor demanda. Esto resulta especialmente atractivo para cualquier zona urbana de las
ciudades consideradas como grandes industrias de construcción, donde actualmente en épocas de
mayor consumo se recurre a equipos generadores contaminantes para subsanar problemas de
distribución.
Más aun cuando hoy en día, una instalación solar en la terraza por ejemplo no serviría de nada
ante un corte de energía, al menos que tengamos un gran banco de baterías para almacenar la
energía, lo cual resulta prohibitivo desde el punto de vista de los costos, sin embargo la energía
2. solar fotovoltaica autónoma podrían utilizarse actualmente aún sin regulación ni subsidios en
edificios y viviendas, para reducir el consumo eléctrico, como se puede ver en
http://www.cerogradossur.es/instalacion-fotovoltaica-aislada/.