España tiene un relieve diverso, con una meseta central elevada y doce cadenas montañosas accidentadas, así como islas como Mallorca con montañas de más de 1000 metros. El clima varía desde oceánico a mediterráneo e interior debido a su ubicación al sur de Europa, y sus ríos son generalmente cortos y de caudal irregular o estacional, especialmente en las vertientes mediterránea y atlántica.