Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
1. Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores (Fases de la APV)
Introducción
La Administración por Valores (APV) es un enfoque de gestión empresarial que busca
alinear las acciones y decisiones de una organización con sus valores fundamentales.
Este documento explora en detalle el desarrollo y la aplicación de la APV, analizando las
diferentes fases que involucra este proceso y su importancia para el éxito a largo plazo
de las empresas.
1. Concepto de la Administración por Valores (APV)
La Administración por Valores es un enfoque que busca integrar los valores éticos y
morales en todas las áreas y niveles de una organización. Se centra en promover una
cultura organizacional basada en la integridad, el respeto, la responsabilidad y la
equidad, con el objetivo de mejorar el desempeño empresarial y contribuir al bienestar
de la sociedad en su conjunto.
La APV se basa en la premisa de que las empresas deben operar de manera ética y
responsable, teniendo en cuenta no solo sus intereses financieros, sino también el
impacto de sus acciones en sus empleados, clientes, proveedores, comunidades y el
medio ambiente.
2. Fases de la Administración por Valores (APV)
La implementación efectiva de la Administración por Valores implica varias fases
interconectadas que guían el proceso de desarrollo y aplicación de este enfoque:
a. Diagnóstico de Valores Actuales
La primera fase de la APV consiste en realizar un diagnóstico de los valores actuales de
la organización. Esto implica identificar y analizar los valores existentes dentro de la
empresa, tanto los explícitos (declarados en políticas y documentos) como los implícitos
(reflejados en el comportamiento y las decisiones).
Encuestas y Entrevistas: Se pueden utilizar encuestas y entrevistas con empleados,
directivos y otros stakeholders para identificar los valores percibidos en la organización.
Análisis de Documentos: Se revisan documentos internos, como políticas, códigos de
ética y declaraciones de misión, para identificar los valores declarados por la empresa.
Observación Directa: Los observadores externos pueden analizar el comportamiento y
las prácticas empresariales para identificar valores implícitos.
b. Definición de Valores Fundamentales
Una vez completado el diagnóstico de valores, se procede a definir los valores
fundamentales que guiarán las acciones y decisiones de la empresa. Estos valores
2. deben reflejar la identidad y la visión de la organización, y servir como referencia para
todas sus actividades.
Participación de los Stakeholders: Es importante involucrar a los empleados, directivos y
otros stakeholders en el proceso de definición de valores para garantizar su aceptación
y compromiso.
Claridad y Consistencia: Los valores deben ser claros, concisos y fácilmente
comprensibles por todos los miembros de la organización.
Priorización: En algunos casos, es útil priorizar los valores para enfocar los esfuerzos en
aquellos que son más importantes para la organización.
c. Desarrollo de Políticas y Procedimientos
Con los valores fundamentales definidos, se procede a desarrollar políticas y
procedimientos que reflejen y promuevan estos valores en todas las áreas de la empresa.
Políticas Éticas: Se establecen políticas específicas relacionadas con áreas clave, como
integridad, respeto, responsabilidad y equidad.
Procedimientos Operativos: Se desarrollan procedimientos operativos que guíen el
comportamiento ético en situaciones específicas, como conflictos de interés o denuncias
de irregularidades.
Capacitación: Se proporciona capacitación a los empleados sobre las políticas y
procedimientos éticos de la empresa para garantizar su comprensión y cumplimiento.
d. Implementación y Comunicación
La implementación de la APV implica la integración de los valores en todas las
actividades y procesos de la empresa, así como su comunicación a todos los miembros
de la organización y otros stakeholders.
Integración en la Cultura Organizacional: Los valores deben ser parte integral de la
cultura organizacional, reflejándose en el comportamiento y las decisiones de todos los
empleados.
Comunicación Transparente: Se comunica de manera clara y regular los valores de la
empresa a través de diversos canales, como reuniones, correos electrónicos, intranet y
capacitaciones.
Modelamiento por Parte de la Dirección: Los líderes de la empresa deben demostrar y
modelar los valores en su comportamiento diario, sirviendo como ejemplos a seguir para
el resto de la organización.
e. Evaluación y Mejora Continua
La fase final de la APV implica la evaluación regular del cumplimiento de los valores de
la empresa y la implementación de mejoras según sea necesario.
3. Indicadores de Desempeño: Se establecen indicadores clave de desempeño (KPIs)
relacionados con los valores de la empresa para medir su cumplimiento.
Retroalimentación de los Empleados: Se recopila retroalimentación regular de los
empleados sobre la cultura de valores de la empresa y se realizan ajustes según sea
necesario.
Revisión de Políticas y Procedimientos: Se revisan y actualizan las políticas y
procedimientos éticos de la empresa para garantizar su relevancia y efectividad.
3. Importancia de las Fases de la Administración por Valores
Cada fase de la Administración por Valores es crucial para el éxito a largo plazo de la
empresa:
Diagnóstico de Valores: Permite a la empresa comprender su cultura organizacional
actual y identificar áreas de mejora.
Definición de Valores Fundamentales: Establece una base sólida para las acciones y
decisiones futuras de la empresa.
Desarrollo de Políticas y Procedimientos: Proporciona pautas claras y prácticas para la
aplicación de los valores en todas las áreas de la empresa.
Implementación y Comunicación: Garantiza que los valores sean comprendidos y
adoptados por todos los miembros de la organización.
Evaluación y Mejora Continua: Asegura que los valores de la empresa se mantengan
relevantes y efectivos a lo largo del tiempo.
Referencias Bibliográficas
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