La adopción requiere despedirse del deseo de paternidad biológica para dar la bienvenida sincera a una experiencia distinta como la adopción. Adoptar a un niño es aceptarlo con sus diferencias sin importar atributos físicos o edad, porque se convertirá en parte del corazón y la vida. Adoptar es un verbo y no una característica del niño, cuyos verdaderos padres son quienes lo adoptan para cuidarlo, educarlo y amarlo.