Este documento es una oración dirigida a Dios para pedir protección y bendición para los niños de Puerto Rico, Haití, Chile, Argentina y el mundo. Reconoce que millones de niños sufren pobreza, violencia, abandono y discriminación, privándolos de disfrutar su niñez. Pide a Dios ayudar a los adultos a criar a los niños en un ambiente de paz, amor y respeto para que se conviertan en personas de valores.

1. Oración al Niño. Para la niñez de Puerto Rico y del mundo entero.

2. Nuestros Niños Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre y que se haga tu voluntad. Hoy te presentamos en Oración a los niños de Puerto Rico, de Haití, Chile, Argentina, y del mundo entero. Para que Tú los cobijes con un manto de bendición, protección, paz, y amor.

3. En la actualidad Millones de niños y niñas no pueden disfrutar de su niñez meramente por haber nacido en condiciones muy desfavorables o en lugares pobres o en condiciones infrahumanas, donde no están bien alimentados, ni tienen atención sanitaria adecuada, ni pueden ir a la escuela.

4. Hoy millones de niños y niñas en nuestro planeta sufren violencia, maltrato y/o negligencia día a día. En otras partes del mundo las condiciones económicas y sociales son más favorables para nuestros niños, pero estos menores están al cuidado de padres, madres y/o cuidadores que utilizan la fuerza física cuando pretenden disciplinar a sus hijos y en casos extremos los lesionan, les queman, los humillan y en ocasiones les privan de la vida. En todos estos caso el propósito real no es lograr una disciplina del menor, sino tener una válvula de escape ante las frustraciones del adulto custodio. Hoy millones de niños y niñas en nuestro planeta sufren violencia, maltrato y/o negligencia día a día.

5. Han quedado huérfanos de padres vivos Muchos han sido abandonados por sus madres y/o padres, o han quedado huérfanos de padres vivos debido a que el comportamiento de estos y/o los múltiples problemas y/o adicciones de sus padres dejan a estos menores sin tener a nadie que les dé el cariño que necesitan, les proteja y que les cuiden con esmero.

6. A pesar de haber nacido libres e iguales Muchos niños y niñas de este mundo, a pesar de haber nacido libres e iguales en dignidad y derechos, son discriminados, enajenados, y marginados por su aspecto físico, o por el color de su piel, o por tener una cultura y religión diferentes, o por ser pobres, o por sufrir algún tipo de incapacidad física o mental, o simplemente por ser niñas. Todo eso hace que no puedan disfrutar de las mismas oportunidades que tienen todos para crecer en optimas condiciones y desarrollarse felizmente.

7. ¿A quién le gusta estar marginado o discriminado por los demás? Cuando cualquier niño, en cualquier parte del planeta, se le niega aquello a lo que tiene derecho por ser niño (educación, alimento, ropa, calzado, atención sanitaria, amor, entendimiento, paz, tranquilidad, comprensión, protección, etc.) eso es discriminación y hay que terminar con ella. Al igual, hay que finalizar con la violencia, el maltrato, y/o la negligencia hacia nuestros niños y niñas, los cuales serán nuestras futuras generaciones en el mañana. Padre Celestial, ayúdanos tanto a los padres como a las madres como a cada ser humano responsable por cada niño o niña a ofrecerle una cultura de paz para que cuando llegue a su adultez sea un ser humano útil, productivo, honesto, y realizado plenamente.

8. Que todo niño o niña pueda sentirse como un ser humano con valor y dignidad. Todos los niños y niñas nacen iguales en dignidad y derechos. Todo ser humano tiene derecho a que nos traten igual de bien, sin discriminación alguna, hayamos nacido donde hayamos nacido, porque todos somos iguales ante Dios y debemos ser iguales ante los hombres y mujeres del mundo. Todos los niños y niñas tienen derecho a vivir en un ambiente protegido, sano, saludable, digno, pacifico y feliz.

9. Padre bueno, tú que lo perdonas todo en nosotros, danos la capacidad de no pensar mal de los demás, de ser capaces de ponernos en el lugar de la otra persona para comprenderla y compartir con ella lo que somos y tenemos.

10. Haznos descubrir la felicidad en el servicio a los demás. La alegría de compartir lo material y entregar nuestra persona a los que nos necesitan. Que tu infinito amor se convierta en caridad sin límites y gratuita. Que comprendamos todos y todas, que el servir es amor. Especialmente dedicarle nuestro servicio a nuestra niñez, que es nuestro porvenir. Porque de los niños es el Reino de los cielos.

11. Permítenos hacer un compromiso personal y genuino en relación con el derecho a la IGUALDAD de todo ser Humano, sin hacer distinción de clase alguna, con especialidad hacia la niñez. Que comprendamos que los niños y niñas son al igual que nosotros personas y seres humanos que necesitan de nuestro amor, dedicación, y de nuestro tiempo.

12. Padre Celestial, permítenos tener una conciencia social autentica y realizar acción afirmativa para tratar de eliminar la violencia, maltrato y/o negligencia hacia la niñez. Señor, que entendamos que un niño sano y amado será un adulto lleno de altos valores éticos, principios morales, tendrá respeto por todo ser viviente, y estará lleno de fe en nuestro Creador.

13. Te estamos agradecidos, Señor, por todo lo bueno que has obrado en nuestras vidas y por la esperanza de nuestra salvación y redención, que es por el don inmerecido de tu gracia. Te estamos agradecidos, por encontrarnos en nuestro camino personas serviciales y llenas de amor, que nos han protegido y socorrido sin esperar nada a cambio. Ayúdanos a convertimos en entes de apoyo y respaldo a nuestra niñez para brindarle de aquello positivo que se nos fue ofrecido a nosotros y compartirlo con los más chicos.

14. Te estamos agradecidos, por ser Tú , Señor, ejemplo, modelo, e imagen de ayuda y caridad hacia los demás, especialmente hacia la niñez. Dios es un libertador y en consecuencia, El combate toda opresión, especialmente el maltrato y violencia hacia nuestra niñez, debido que Dios es amor.

15. Te damos las gracias, por demostrarnos que la entrega hacia los demás es la felicidad completa para nosotros, especialmente cuando ayudamos a un niño o niña. No dejes Señor de protegernos a nosotros, a nuestras familias, y a nuestra niñez. Que tu gracia y tu amor, nunca se agoten ni se cansen. En el dulce nombre de tu hijo, Jesucristo. Amén.