El documento resume la situación de una sociedad condenada, en la que los productivos necesitan autorización de los no productivos, el dinero fluye hacia los que trafican favores en lugar de bienes, y los corruptos se enriquecen a través de sobornos e influencias mientras que la ley protege a los corruptos en lugar de los honestos. Ayn Rand concluye que una sociedad así está condenada.