La opinión editorial argumenta que la educación superior en Estados Unidos necesita una reforma integral para abordar los altos costos y la deuda estudiantil. Sugiere que las universidades deben reducir los gastos administrativos y ofrecer más opciones de grado a bajo costo, mientras que el gobierno debe expandir las subvenciones y becas para hacer que la educación superior sea más accesible y asequible para todos los estudiantes estadounidenses.