Los cristianos están llamados a participar en la política para promover tres ejes programáticos: 1) políticas comunitarias que unan a la gente, 2) la opción por los pobres y la lucha contra la desigualdad, y 3) defender los valores cristianos en el mundo. A pesar de la desconfianza hacia la política, los cristianos no deben tener miedo y deben llevar el mensaje de Jesús a todas partes como lo hicieron en Galilea.