La Biblia nos dice, en diversos pasajes, que el Señor de la Vida va siempre al encuentro del peregrino. Con esto no debemos crear la imagen personalizada de un “dios majestuoso” con atributos “sobrehumanos” abordando a la personalidad de un humilde peregrino; sino comprender que hace referencia a la dirección y el sentido en que se establece el contacto directo entre el Ser universal y nuestro Ser interior original. Mantén solamente el silencio; así descenderá sobre nosotros la misericordia de Dios. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum Mientras la mente no está en armonía, la comunión divina es muy difícil de alcanzar. Pero aquel hombre que ha recibido el Conocimiento y lo practica con regularidad y determinación, logra controlar su mente y alcanzar la Unidad. Bhagavad Gita, VI- 33 y 36