El documento describe el estado de agonía y delirio del autor, cuyo cuerpo y alma están desolados y malditos. Su cerebro está desquiciado, sus manos y dedos son lo único que acarician su cerebro mientras sus retinas desangran y sus pómulos están hinchados. Su lengua está arrebatada, sus tímpanos reventados y su paladar recalcinado, con sus labios zurcidos con silencios. La sábana que cubre su sueño necrosado está hecha de humo de cigarrillo en lugar de plumas