David se encuentra en una cueva después de perder su empleo, esposa, amigo y respeto. Aunque se siente solo y desesperado, busca a Dios, quien envía a otros hombres a unirse a él. Aunque al principio David quería estar solo, aprende que Dios usa a otros para brindar consuelo y apoyo cuando la vida se derrumba. La experiencia humilla a David y lo lleva a reconocer su necesidad de Dios y pedir ayuda.