La Estación Espacial Europea envió el satélite Rosetta en una misión de 12 años para investigar el cometa 67P. Rosetta descubrió que los cometas están compuestos principalmente de gases y que emiten gases para moverse a través del universo, revelando similitudes entre la composición de los cometas y los planetas. Después de completar con éxito su misión de 2 años estudiando el cometa 67P, Rosetta se posó en la superficie del cometa y dejó de funcionar al alejarse del Sol y quedar sin energía solar.