1. Diario La Opinión
Cúcuta, Lunes 3 de Marzo de 2014
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Estudiante: Sara Valentina Ortega Tabares
CADA DÍA ES MÁS FÁCIL CHUZAR UN CELULAR
‘Chuzar un teléfono es cada vez más fácil,
según los expertos por la acogida en las redes
sociales y el descuido al compartir
información en móviles y tabletas. Basta con
tener el número de celular de la persona,
enviar mensajes de texto o conectarse a una
red Wifi, para quedar a merced de los que
quieren quedarse con información.
“Quiero saber cuál es la clave del
Facebook de mi novio, porque vive
pegado todo el día a su celular,
¿cuánto me cobra?”.
“Mi esposo me engaña, ¿puedo entrar
a su chat de Whatsapp y saber con
quién habla? ¿Puede conseguir su
historial de conversaciones?”.
“¿Es posible escuchar desde otro
teléfono celular la conversación que
tiene mi novia con sus amigos, sin
que ella lo sepa y sin que se escuche
que hay un tercero en la línea?”
Estas son algunas de las preguntas que
reciben casi a diario empresas que deciden
trabajar en espionaje y los ‘hackers’ que se
dedican a conseguir información sin ningún
tipo de orden legal.
‘Chuzar’ o interceptar las comunicaciones de
forma ilegal, como al parecer ocurrió
nuevamente con políticos, periodistas y en
especial, con los negociadores de paz que se
adelantan en La Habana, Cuba, entre el
gobierno y la guerrilla de las Farc, y que
tienen al país sumido en el escándalo, parece
ser más común de lo que se piensa.
El fenómeno de espiar las comunicaciones
saltó de las pantallas del cine y de las series de
televisión, incluso se salió de las manos de los
organismos de inteligencia nacional e
internacional, pues como asegura Gustavo
Cárdenas*, un desarrollador y ‘hacker’, cada
año es más frecuente ver el desfile de militares
en evento de tecnología en busca de jóvenes
“cerebros”, para que al parecer les colaboren
en sus operaciones encubiertas. “El error es
reclutarlos de esa forma. Muchos son menores
de edad, inmaduros, que solo tienen ganas de
sobresalir y no entienden la magnitud de la
información que manipulan”, asegura este
‘hacker’.
“Chuzar a alguien no es una tarea imposible.
No lo puede hacer cualquiera, pero cualquiera
puede pagar para que lo hagan. Lo que debe
preocupar no solo al Gobierno, sino a la
ciudadanía general, es cuál es el rumbo de la
información que consiguen; los responsables
de extraer información de forma ilegal,
gracias a su genialidad, desaparecen sin dejar
rastro”, añade este ‘hacker’.
Gratis es caro
1. ¿Se puede ‘chuzar a alguien solo con
tener su número telefónico? Sí. En la
mayoría de los casos basta con
enviarle un mensaje que motive a la
persona a instalar determinada
aplicación (en especial videos y
juegos gratuitos), que termina siendo
un virus (troyano) y se activa dentro
del sistema del aparato. El espía logra
conseguir desde claves de redes
sociales, historial de chat, grabación
de las llamadas, hasta la lista de
contactos. Además, la mayoría de
estas herramientas tipo virus se
controlan remotamente, dan ingreso
a una dirección web, donde se puede
ver todo el tráfico o lo que ocurre en
el teléfono cuando está en uso.
2. “No hay más peligroso que conectarse
a una red Wifi gratuita en un sistema
de transporte o aeropuerto. Es
exponerse a que la información de
contraseñas sea robada” asegura
Medina añade que el espía.