Una Hora Santa de oración, luz en la vida
Como el sol es la fuente natural de toda energía, el Santísimo Sacramento es la fuente sobrenatural de toda gracia y amor.
Amar es encontrar en la felicidad del otr@, tu propia felicidad. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Da gratis lo que gratis has recibido. Que el Señor te bendiga.
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
EL AMOR
No se mendiga,
más bien es quien busca,
sorprende, atiende e insiste.
No mide la entrega
y persevera hasta el fin.
Nunca olvida, ni es indiferente,
cumple sus palabras y
y es honesto con quien ama.
Golpea las puertas cerradas,
y cree que todo es posible.
Llora con lágrimas de silencio,
y se oculta tras cualquier sonrisa.
Siempre transmite paz
y se aleja con huellas de espera,
hasta que pueda volver a renacer.
No descansa en las derrotas,
y siempre está de fiesta con el amado.
Espera, llama, busca y no olvida
que vive para vestirse de eterno
y soñar que algún día...
lo que espera,
será realidad,
será luz,
será eterno.
Autor: P. Guillermo Serra, L.C
La fe me da la certeza que el dolor tiene sentido
El hombre que descubre en los sufrimientos propios los sufrimientos de Cristo, les da contenido y significado.
Amar es encontrar en la felicidad del otr@, tu propia felicidad. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Da gratis lo que gratis has recibido. Que el Señor te bendiga.
Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
EL AMOR
No se mendiga,
más bien es quien busca,
sorprende, atiende e insiste.
No mide la entrega
y persevera hasta el fin.
Nunca olvida, ni es indiferente,
cumple sus palabras y
y es honesto con quien ama.
Golpea las puertas cerradas,
y cree que todo es posible.
Llora con lágrimas de silencio,
y se oculta tras cualquier sonrisa.
Siempre transmite paz
y se aleja con huellas de espera,
hasta que pueda volver a renacer.
No descansa en las derrotas,
y siempre está de fiesta con el amado.
Espera, llama, busca y no olvida
que vive para vestirse de eterno
y soñar que algún día...
lo que espera,
será realidad,
será luz,
será eterno.
Autor: P. Guillermo Serra, L.C
La fe me da la certeza que el dolor tiene sentido
El hombre que descubre en los sufrimientos propios los sufrimientos de Cristo, les da contenido y significado.