2. Amistad:
La amistad, es una de las relaciones humanas más hermosas.
Esta se puede formar en cualquier etapa cronológica de la vida;
la edad es irrelevante cuando se trata de formar amigos, y no
solo la edad no es relevante, sino que esta relación se da entre
personas de trasfondos y pasados muy disímiles. Lo mismo
ocurre con el género, o sea que cultivamos la amistad no sólo
con nuestros congéneres, sino que también con el sexo opuesto.
Y no por ello, significa que uno está enamorado de aquella otra
persona, en el sentido romántico del amor. Claro que a veces, se
da el caso en que uno amigo se enamora de su amiga. O al
revés. Pero también se da, que la amistad puede unir con amor
a dos personas de distinto sexo, sin que ninguno de los dos
sienta una atracción física o romántica por el otro; por esto a
veces si dice que la amistad es un "amor" del más puro.
4. La amistad verdadera El amor de amistad es el más plenamente espiritual
y el proto-tipo del verdadero amor. Es amor de benevolencia mutuo y
recí-proco. Es entrega de persona a persona, en total sintonía. Es el amor
que Dios desea tener con los hombres, y que querría que tuviéramos los
hombres entre nosotros. La amistad está llena de servicio desinteresado, de
comprensión afectuosa, de lealtad.
“La amistad verdadera supone también un esfuerzo cordial por
comprender las convicciones de nuestros amigos, aunque no lleguemos a
compartirlas, ni a aceptarlas”.
“No permitas nunca que crezca la hierba mala en el camino de la
amistad: sé leal”. Este amor de amistad es "más fuerte que la muerte".
Quizá ésta separa momentánea y físicamente a los amigos, pero no rompe
los lazos de amistad. Además, con la muerte del que quedó aquí abajo, se
restablece la relación directa. Bueno, no siempre: Es preciso que ambos se
salven y se "reencuentren" en el Cielo.
6. Responsibilidad
La responsabilidad es un concepto bastante amplio, que guarda
relación con el asumir las consecuencias de todos aquellos actos
que realizamos en forma conciente e intencionada. Se trata de uno
de los valores humanos más importantes, el que nace a partir de la
capacidad humana para poder optar entre diferentes opciones y
actuar, haciendo uso de la libre voluntad, de la cual resulta la
necesidad que asumir todas aquellas consecuencias que de estos
actos se deriven.
La responsabilidad no sólo tiene relación con las consecuencias de
nuestros actos, sino que también está asociada a los principios, a
aquellos antecedentes a partir de los cuales el hombre toma las
motivaciones para ejercer la libre voluntad y actúa. De este
modo, es comprensible que la responsabilidad esté en juego
cuando una persona comienza a realizar ciertas actividades sin
tener motivos reales para hacerlo, aún en el caso de que dicha
acción traiga resultados positivos o favorables.
7. La responsabilidad de las personas es de suma
importancia, ya que se trata de uno de los valores
que permiten mantener en orden la vida en
comunidad, demostrando con el esto el compromiso
con las propias decisiones y con las consecuencias
que éstas pueden generarle tanto a la persona en sí
como a quienes lo rodean.
9. Algo sobre la responsabilidad
La persona responsable asume las consecuencias de sus actos intencionados, resultados
de las decisiones que tome o acepta y también de sus actos no intencionados, de tal
modo que los demás queden beneficiados lo más posible, o por lo menos no
perjudicados, preocupándose a la vez que, otras personas en quienes puede
influir, hagan lo mismo.
Los jóvenes hablan mucho de libertad y muy poco de responsa-bilidad. Pero antes de
centrarnos en la educación de esta virtud quizás convendría considerar porqué. Ser
responsable supone asu-mir las consecuencias de los propios actos y en
principio, parece que los jóvenes, a quienes llamamos irresponsables, están dispues-tos
a hacerlo, En efecto, suelen asumir las consecuencias de sus actos en el sentido de
aguantar las críticas de sus padres, de abandonar la comodidad de una vida
confortable, etc.. Sin embargo responsabilidad no sólo significa responder ante uno
mismo. Responsabilidad significa responder, dar respuesta a la llamada de otro.
Aquello que pide una respuesta puede ser la conciencia, o bien el tú de un semejante, el
nosotros de la sociedad, y en último término superior, Dios. Mas, para poder responder
es preciso haber aprendido a oír y a escuchar.
Las palabras mismas oír y obedecer se relacionan etimológicamente (en latín: obedire y
audire; obedire implica idea de una persona que sigue a otra, que anda próxima a ella
para oír (audire) lo que dice y poder .servirla) Esto es lo que molesta al adolescente. Ser
responsable significa tener que rendir cuentas no solo tener que aguantar las
consecuencias de la propia actuación.
Hoy día la moda lleva a los jóvenes a querer interpretar sus vidas fuera de todo
compromiso, a vivir para pasarlo bien, y cuan-do una persona empieza a considerarse a
sí mismo como su propio rey, deja de ser responsable. Ser responsable significa
obedecer: Obedecer a la propia conciencia, obedecer a los autoridades, obe-decer a
Dios, sabiendo que esa obediencia no se refiere a un acto pasivo, de esclavo, sino a un
acto de compromiso, de deber.