Existen tres tipos principales de estrés laboral: estrés agudo, estrés crónico y estrés traumático. El estrés agudo se presenta ante situaciones de presión a corto plazo como plazos urgentes, mientras que el estrés crónico es de larga duración y se debe a factores como horarios exigentes, responsabilidades excesivas y malas relaciones laborales. El estrés traumático ocurre ante sucesos extremos como accidentes o violencia en el trabajo.