El documento describe la necesidad humana de ser abrazados desde el nacimiento hasta la vejez. Los abrazos producen efectos químicos positivos como elevar los niveles de oxitocina y reducir el estrés, mientras que la falta de abrazos puede causar irritabilidad y tristeza. Se recomienda recibir al menos 4 abrazos diarios para satisfacer las necesidades básicas, 8 para mantenerse y 12 para desarrollarse plenamente como persona.