Después del Big Bang, partículas de meteoros llegaron a la Tierra y trajeron células unicelulares desde otros planetas. Estas células unicelulares tuvieron que adaptarse al nuevo ambiente de la Tierra. Lograron adaptarse con éxito y esto marcó el comienzo de la vida en la Tierra, ya que estos primeros seres unicelulares prosperaron en las condiciones de la joven Tierra.