El documento describe el deseo de tener un árbol de Navidad especial en el que, en lugar de adornos, cuelguen los nombres de todos los amigos de la persona, tanto los cercanos como los lejanos, pasados y presentes, incluyendo aquellos a quienes lastimó o que la lastimaron, conocidos profundamente o solo superficialmente, deudores o acreedores, humildes o importantes, para que sus nombres nunca se borren y el árbol traiga ilusiones, salud, amor, éxito y paz.

1. Quisiera
tener hoy
un árbol de Navidad
muy especial
y colgar, en lugar de adornos,
los nombres
de todos mis amigos. Los de cerca
y los de más lejos. Los de siempre y los
que tengo ahora.
Los que veo con frecuencia, y los que encuentro de
vez en cuando.
Aquellos que siempre recuerdo y a los que a menudo olvido.
A los constantes y a los inconstantes. A los de las horas
alegres y a los de las horas difíciles. A los que sin querer herí,
y a los que sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
profundamente y aquellos de quienes sólo he conocido su
apariencia.
A los que me deben algo y a los que les debo mucho. A los amigos humildes
y a los amigos importantes. Quisiera tener a todos, a todos los amigos que han
pasado por mi vida. A los que respondan este mensaje y a los que jamás responden.
Quisiera que fuera un árbol de raices profundas, para que esos nombres jamás se borren.
Un árbol que, al florecer en 2015, nos traiga ilusiones, salud, amor, éxito y PAZ.
Ojalá que por estos días, pueda estar con muchos de ellos compartiendo los mejores
deseos
de esperanza,
y dar algo
de felicidad a aquellos
que lo han perdido todo.
Voz: René Figueroa
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