1. Homenaje a Aretha Franklin en los premios Grammy
La gala, de tres horas y media, arrancó con un homenaje a la altura de Aretha Franklin, la reina del soul,
que se recupera en su casa de Detroit de un cáncer de páncreas, con las voces de Christina Aguilera,
Martina McBride, Florence Welch, Jennifer Hudson y Yolanda Adams. "No os podéis imaginar lo
emocionada que estoy", dijo Franklin en un mensaje grabado. "Gracias por vuestros deseos y oraciones.
Me hubiera encantado estar con vosotros, así que el año que viene, ¿vale?", agregó ante los aplausos de
los espectadores.
La ceremonia contó con actuaciones espectaculares entre las que sobreslieron las de Lady Gaga (Born
This Way), Muse (Uprising), Bob Dylan -con su sempiterna armónica- junto a Mumford and Sons
(Maggie's Farm) y el recital de música negra con el R&B y el soul de Bruno Mars, B.o.B y Janelle
Monae. Gaga volvió a dar la nota. Primero con su entrada en la alfombra roja incubada en un huevo
gigante o capullo, después con la potente presentación de su nuevo sencillo, Born This Way, y finalmente
con su atuendo, enfundada en un delirante vestido de cuero, al recibir uno de los premios.
2. Aunque, sin duda, la ovación de la velada se la llevó Mick Jagger, en su primera actuación en directo en
los Grammy, con una versión del Everybody Needs Somebody To Love, en homenaje al fallecido Salomon
Burke.
La temperatura fue en aumento con la aparición de Rihanna y Eminem, que interpretaron Love The Way
You Lie. Eminem, favorito con diez candidturas, se alzó con dos estatuillas, entre ellas la de Mejor Album
de Rap, por Recovery.
En la recta final Kris Kristofferson presentó a Barbra Streisand, que el pasado viernes recibió el premio
Persona del Año, de la Academia de la Música. "Es una de las estrellas más brillantes en este universo",
dijo Kristoferson, justo antes de que la mítica cantante y actriz interpretara una versión de ensueño de
Evergreen.