Este documento resume cinco "asesinos del matrimonio": 1) Adicción al trabajo, 2) Manejo problemático de las finanzas, 3) Problemas en la intimidad sexual, 4) Orgullo y soberbia, 5) Interferencia de terceros como familiares políticos. Ofrece consejos bíblicos para enfrentar cada uno, como establecer límites saludables con el trabajo, comunicación y presupuesto conjunto sobre finanzas, perdón mutuo y romance no sexual para mejorar la intimidad, humildad para evitar el orgullo, y

1. Lectura 2
Asesinos del Matrimonio
Pr. Vicente Ortíz González
12 de noviembre, 2022
“Maridos, amad a vuestras mujeres, y no
seáis ásperos con ellas.” (Colosenses 3:19)

2. Él era un joven colportor de 20 años, ella
una señorita de 18 que estaba estudiando
corte y confección, ambos miembros de
iglesia. Se amaban profundamente, no
habían barreras físicas o distancias
demasiado largas que pudieran evitar la
comunicación entre ellos. Solo se veían
una vez al mes, unas cuantas horas, pero
conversaban ampliamente. Al volver al
trabajo, estaban separados
aproximadamente por 250 kilómetros; no
habían celulares, así que, una vez a la
semana se citaban para poder conversar
por teléfono en las antiguas cámaras
telefónicas de la extinta compañía ANTEL.
¡Esta era la cita más esperada de la
semana! Afortunadamente, esta pareja
logró su sueño de casarse y formar una
familia. Así comienza una de las muchas
historias de amor más preciosas que
podemos experimentar los seres
humanos.

3. Cuando los jóvenes están en “época”
de conquista, hacen y se dicen las cosas
más intrépidas para demostrar su amor
a la persona elegida. ¡Y qué maravilloso
sería si todo per-maneciera con ese
mismo ánimo durante el resto de la
vida! Lamentablemente, con el tiempo,
el amor que debería permanecer se
apaga, y luego el hogar se convierte en
un campo de batalla donde no se
puede encon-trar reposo. Los
consejeros matrimoniales han
considerado algunas actitudes de los
conyugues que se consideran como
asesinos de las relaciones
matrimoniales. En este tema
trataremos ese tipo de acciones y
considera-remos algunos consejos
importantes para po-der mejorar, y si
fuera posible, rescatar esa relación que
una vez los llenaba de gozo.

4. En Colosenses 3:19, en la versión Dios Habla
Hoy (DHH), leemos: “Esposos, amen a sus
esposas y no las traten con aspereza.” ¿Qué es
lo que les está pasando a los matrimonios? Ha
habido un descuido enorme en el trato en-tre
esposos. Hay palabras horribles, gritos, in-
sultos, sospechas y traiciones, que poco a po-
co han desbaratado esa relación que debería,
por voluntad de Dios, unir a esas dos perso-nas
que, a pesar de ser diferentes y pensar
distinto, se fusionaron con la ilusión de crear
una sociedad que vendría a proporcionarles
felicidad mutua. El versículo que leímos nos
recuerda uno de los muchos consejos bíbli-cos
que el apóstol pablo le da a los esposos, ya
que, aunque el verso habla directamente a los
esposos, no perderíamos consejo al apli-carlo
también a las esposas, pues es muy co-nocido
que hay muchas esposas que son ás-peras con
sus maridos. En resumen, pode-mos decir que
no hay nada amoroso en el tra-to entre ellos.

5. El descuido de los detalles
Nunca deberíamos perder los detalles
en nuestro matrimonio. ¿Qué dice la
Biblia sobre esto? Cantares 2:15 dice:
“Las pequeñas zorras están arruinando
las viñas. Atrápalas; pues los viñedos
están en flor.” Atrapen (ca-zar, detener,
agarrar) a las zorras, a esas zo-rras
pequeñas que arruinan vuestro viñedo.
(NVI). La palabra “viñedo” representa a
nues-tro cónyuge, y “zorras pequeñas”
es una sím-bolo de la puerta de entrada
para los asesinos del matrimonio. Estos
son los pequeños deta-lles que se van
perdiendo en el matrimonio, tales
como: el romanticismo, la ternura, el
respeto, palabras de afirmación.
Cantares 4:1 dice: “Tú eres hermosa,
amiga mía; he aquí tú eres hermosa; tus
ojos entre tus guedejas como de
paloma; tus cabellos como manada de
cabras.”

6. Identificando a los asesinos del
matrimonio
Asesino #1: Adicción al trabajo
Debido a la enorme competitividad que
existe en el mercado laboral, hoy en día es
más va-lorado el que lo deja todo por el
trabajo, que el que cumple sólo con su
horario.
La adicción al trabajo produce un distancia-
miento en la pareja. La persona adicta al tra-
bajo aumenta las posibilidades de
infidelidad, el adicto lleva los problemas del
trabajo a su casa y de tanto trabajar no
tiene tiempo para su esposa y sus hijos. No
pueden lidiar con ningún tipo de situación
de su vida cotidiana, es decir no puede
preocuparse ni por su pare-ja ni por sus
hijos, solo piensa en el trabajo y en ese tipo
de problemáticas.
¿Qué se puede hacer para enfrentar a
este asesino cuando la droga es el
trabajo? Lo primero es replantearse y
revisar la escala de valores, actualizando
el lugar que hasta entonces ocupaba el
trabajo, establecer un pro-grama de
actividades alternativas a solas con su
cónyuge, o en grupo con los hijos, que
progresivamente tienen que ir ganando
espacio en la agenda. Reducir las horas
que se dedican a trabajar, para ello puede
ser útil delegar a terceros
responsabilidades que ellos pue-dan
realizar y analizar entre sus tareas labo-
rales cuál es la más urgente y cuáles las
secundarias.
La palabra del Señor nos aconseja en
Efesios 5:25 de la siguiente manera: “Los
esposos, por su parte, deben mostrar a sus
esposas el mismo amor que Cristo mostró a
su iglesia. Cristo se entregó a sí mismo por
ella.” Les mostramos nuestro amor a las
esposas al de-dicar tiempo de calidad para
pasar con ellas.

7. Asesino #2: El manejo de las finanzas
¿Cuándo dejamos entrar este asesino al
ho-gar? Cuando no hay un acuerdo
mutuo y sabio entre las parejas de cómo
manejar el dinero. Cuando no ahorramos
con regularidad. Cuando queremos vivir
en un nivel socioeconómico al cual no
pertenecemos. Cuando no confiamos en
Dios. La Palabra de Dios dice en Filipenses
4:19: “Mi Dios, pues, suplirá to-do lo que
haga falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús.”
Por otro lado, las cuentas por pagar
pueden ser objeto de dolo-rosos
conflictos matrimoniales y, por esa ra-
zón, muchas parejas optan por no hablar
de dinero para evitar disputas.
¿Cómo se enfrenta este asesino? La
Biblia contiene 2,350 versículos que se
refieren a to-do lo que necesitamos
saber con relación al manejo del dinero.
Para la pareja manejar las finanzas con
éxito, es esencial la honestidad y la
comunicación entre ambos miembros. La
elaboración del PRESUPUESTO familiar
de-be ser real y alcanzable.
Es necesario hacer siempre un
presupuesto para los gastos en el hogar y
llevarlo a cabo, sin dejarse influencias de
las “ofertas” que, en la mayoría de los
casos, no necesitamos. Debemos tener
voluntad firme para no comprar las cosas
que nos gustan, sino las que real-mente
necesitamos y en el momento adecua-do.
Buscad consejo sabio cuando vayan a to-
mar cualquier decisión financiera
importante. Debemos tener el principio
fundamental para llegar a ser un buen
inversionista, que significa gastar menos
de lo que ganan y ahorrar y/o invertir la
diferencia a largo plazo.

8. A la hora de tomar las decisiones financieras,
asegúrense siempre de contar con la aprobación
de su cónyuge y así evitarán muchos
contratiempos y la famosa frase “¡Te lo dije!”. No
se den por vencidos. Si acaso no pudieron cumplir
las metas que se trazaron durante el mes, no se
den por vencidos. Traten de nuevo al siguiente
mes. Puede que al principio no logren todas sus
metas, pero con el tiempo y la práctica,
eventualmente lograrán lo que se han propuesto.
Si nos dejamos guiar por el Señor nos irá bien.

9. El asesino #3 está en la cama
Dios creó el acto sexual para el disfrute y
complacencia los cónyuges mutuamente.
La Palabra de Dios dice en 1 Corintios 7:4:
“La mujer ya no tiene potestad sobre su
propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco
tiene el marido potestad sobre su propio
cuerpo, sino su mujer.” Físicamente
nuestro cuerpo perte-nece a nuestro
cónyuge, porque Dios diseñó nuestro
matrimonio de modo que, a través de la
unión del esposo y la esposa, los dos lle-
guen a ser uno. (Génesis 2: 24).
y criticada frecuentemente al no cumplir con
los requerimientos del momento; además,
por utilizar su cuerpo como arma poderosa
para cobrar algunas deudas de rencor, por
enfermedad física y depresión, o por heridas
causadas por la infidelidad que no han sido
sana-das.
¿Cómo llega este asesino a la mujer? Entra
poco a poco a través del resentimiento
acumulado por los malos tratos recibidos,
sean estos de forma verbal, física o
emocional. También por la falta de
seguridad y confianza en su pareja, por
haber sido herida en su intimidad al
sentirse comparada, ridiculizada
¿Cómo enfrentar a este poderoso asesino? Es
necesario perdonarse y resolver las dife-rencias
de una forma positiva. Satisfacer la necesidad
de reconocimiento, conexión y contacto físico
no sexual de la esposa puede ayudarles a
encender el deseo mutuo. El contacto no sexual
del esposo (muestras de afecto y amor) hacia la
esposa, hace que ella se sienta amada y
valorada por quien es, no por su cuerpo, no por
lo que es capaz de darle al esposo físicamente,
sino porque siente que el esposo la ama tanto
como para dejar a un lado su propio deseo e
intereses. Piense el esposo en planear
“escapadas” o citas ro-mánticas con su esposa.
Y por último pero no menos importante, no
recuerden momentos
desagradables ocurridos al momento de sus
citas o en la intimidad.

10. Asesino # 4: Orgullo y soberbia
El orgullo es el veneno de
cualquier relación. El Espíritu de
Profecía dice: “Necesitamos que
todo lo semejante al orgullo, la
vanidad y la insensatez
desaparezca… Los hombres y las
mujeres necesitarán apoyarse en
una for-taleza superior a toda
ayuda humana. Deben afirmarse
del brazo poderoso de Jehová…”
(HHD, 69).
Debemos evitar querer que todo
se haga se-gún nuestro parecer y
creer que nos merece-mos todo.
Mostremos más compasión,
humil-dad y perdón.

11. Asesino #5: Interferencia de terceros
Los “terceros” en una pareja pueden ser la
familia política o un grupo de amigos que se
convierte en mala influencia y que nos aleja
cada vez más de la pareja. Si la mayoría de
las peleas o conflictos se originan por alguna
de estas razones, es porque la influencia de
estos terceros se está interponiendo en su
relación, o muchas veces, la esposa o esposo
no cuidan su círculo privado del matrimonio.
El consejo inspirado dice lo siguiente: “Cuan-
do una mujer relata sus dificultades de
familia, o se queja de su esposo con otro
hombre, vio-la sus votos matrimoniales;
deshonra a su esposo y quebranta la muralla
erigida para preservar la santidad de la
relación matrimonial; abre de par en par la
puerta e invita a Satanás a entrar con sus
tentaciones insidiosas. Esto es precisamente
como Satanás quiere que sea.” (HC, 306).
“Apreciados hermanos, los asesinos que
encontramos en los matrimonios actuales
pue-den seguirse mencionando, pero
espero que los ya mencionados, nos
ayuden a darnos cuenta de nuestras
realidades individuales, y que podamos
rogarle a Dios que, como fue en el
principio de la creación, nuestros hogares
se constituyan en pedacitos de cielo en la
tierra y que cada conyugue se convierta
en lo que Dios planeó en un principio: una
ayuda idónea mutua. Estos son mis más
sinceros deseos.”
Amén.