La mujer fue la última y más compleja creación de Dios. A pesar de las dudas de un ángel sobre su complejidad y capacidad para funcionar con solo dos manos, Dios insistió en que la mujer podría curarse a sí misma, trabajar largas horas, alimentar a varios niños a la vez y expresar una variedad de emociones a través de las lágrimas. Aunque suave, la mujer es también fuerte y capaz de pensar, razonar y negociar. Al final, el ángel reconoció la maravilla de la mujer, quien