El documento enfatiza la importancia de lavarse las manos frecuentemente para prevenir infecciones, las cuales causan 1,400 muertes diarias. Explica que Ignaz Semmelweis descubrió en el siglo XIX que lavarse las manos reducía las muertes por infecciones en los hospitales, pero sus colegas médicos no le creyeron. Años después se comprobó que tenía razón. El documento concluye instando a la gente a lavarse las manos con frecuencia.