Los aymaras habitan las regiones de Tarapaca y Atacama en el norte de Chile y sur de Perú. Su economía se basa en la ganadería en el norte y la agricultura en el sur, complementando sus altiplanos. Sus creencias espirituales consideran su entorno natural y sobrenatural como el origen de su bienestar, realizando rituales como la Achachilla y Pachamama para el cerro Wilancha que les brinde prosperidad, así como el Amaru para la irrigación agrícola.