Según el documento, Hipócrates identificó cuatro temperamentos principales: melancólico, sanguíneo, flemático y colérico. Las personas melancólicas tienden a ser pensativas pero también pueden sufrir de depresión. Los sanguíneos son enérgicos y optimistas. Los flemáticos son tranquilos y pacientes. Y los coléricos son impulsivos y les cuesta controlar sus emociones. Además, el documento describe tres tipos de carácter adicionales: racional, sentimental y apasionado.