Este poema describe a una mujer bella en términos muy apasionados y sensuales. El poeta alaba su sonrisa, su figura delicada, su cabello, sus ojos que contienen países y ríos, sus senos y cintura. Finalmente declara que todo lo referente a ella, incluyendo su voz, piel, ser y luz, le pertenece a él siempre, tanto cuando ella está cerca como lejos.