El documento describe cuatro actividades humanas principales que afectan negativamente la biodiversidad: 1) la alteración y destrucción de ecosistemas como la selva tropical y los humedales, 2) prácticas agrícolas insostenibles que convierten diversos ecosistemas en tierras de cultivo, 3) la caza excesiva y explotación de animales que ha llevado a algunas especies a la extinción, y 4) la contaminación generalizada del agua, la tierra y el aire.