El bosque mediterráneo se caracteriza por tener árboles perennifolios como encinas, alcornoques y pinos que se adaptan bien a los veranos secos e inviernos húmedos. Contiene una gran diversidad de plantas y animales que han evolucionado para sobrevivir los largos periodos de sequía del verano, como algunos animales que hibernan. Es uno de los cinco biomas terrestres más amenazados debido a la tala, incendios y urbanización.