Caperucita fue enviada por su madre a llevar una cesta de miel y tortitas a la casa de su abuelita. En el bosque se encontró con el lobo, que corrió más rápido para llegar antes a la casa de la abuelita. El lobo se hizo pasar por la abuelita y cuando llegó Caperucita le dijo que tenía ojos, orejas, boca y nariz más grandes, a lo que el lobo respondió que eran para verla, oírla, comerla y olerla mejor. Finalmente Caperucita