Sancho llega a una venta y se encuentra con el cura y el barbero, a quienes les cuenta todo lo que le sucedió a él y a su amo, incluyendo la carta que llevaba. Cuando el cura y el barbero piden ver la carta, Sancho se da cuenta que la ha perdido y solo recuerda parte de su contenido. Al darse cuenta que la carta no tenía sentido, el cura y el barbero se ríen de la mala memoria de Sancho.