La rivalidad política entre Plácido Domingo y José Carreras los llevó a enemistarse en 1984. Cuando a Carreras le diagnosticaron leucemia en 1987, Domingo creó en secreto la Fundación Hermosa para financiar su tratamiento. Tras recibir ayuda de la Fundación, Carreras descubrió que Domingo era el fundador y presidente, sellando así su reconciliación y amistad.