La carta invita a un escéptico a participar más en la sociedad y a escuchar otras perspectivas. Aunque admira sus habilidades de pensamiento crítico, argumenta que ser demasiado subjetivo no permite el respeto a las ideas de los demás. Sugieren que para que algo se considere verdad debe ser objetivo y universalmente aceptado, y que vivir en sociedad requiere una razón universal compartida. Lo invitan a formar parte de la sociedad y tradiciones para ayudar en la búsqueda de conocimientos que puedan beneficiar a los