El castillo medieval servía como fortaleza y casa. Los reyes, príncipes y señores feudales vivían en el castillo con su familia y sirvientes. Los soldados defendían el castillo y las tierras circundantes. La construcción de un castillo se elegía en un lugar dominante del terreno para controlar los caminos y tierras cercanas, y se iban añadiendo nuevas partes con el tiempo según las necesidades del señor feudal.