Los niños deben tener tiempo para jugar y aprender. Aunque algunos niños ayudan a sus familias con tareas ligeras, el trabajo infantil que interfiera con la educación o ponga en peligro su salud y seguridad debe ser prohibido. Los gobiernos y las organizaciones deben trabajar juntos para proteger los derechos de los niños y brindarles oportunidades para desarrollar sus habilidades a través del juego y el aprendizaje.