La contaminación lumínica afecta negativamente a los animales, plantas y seres humanos. Las tortugas marinas pierden sus huevos y crías debido a la luz en las playas, los barcos pueden chocar al no ver los faros por la contaminación lumínica y las aves nocturnas se desorientan. Todos podemos ayudar a reducir la contaminación lumínica apagando las luces innecesarias, observando el cielo y enviando informes para crear conciencia sobre este problema ambiental.