Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008 mediante un acto unilateral del Parlamento kosovar. Estados Unidos y la Unión Europea apoyaron la independencia de Kosovo, mientras que Rusia y Serbia se opusieron a reconocer a Kosovo como un estado independiente. Desde 1999 hasta su declaración de independencia, Kosovo fue administrado de forma interina por las Naciones Unidas como resultado de la guerra entre Serbia y Kosovo.