3. Cómics censurados
EL ABUELO CEBOLLETA ERA OPIÓMANO
Una curiosa página de La familia Cebolleta
(DDT nº 446 de 1959) en la que Rosendo tenía
alucinaciones al fumarse un puro de opio del
famoso abuelo narrador de batallitas. Era la
época en que se podía fumar en los tebeos
(hasta el loro fumaba) pero lo del opio disparó
la alarma de los censores que añadieron la
toxicomanía a los otros temas tabú de las
publicaciones infantiles (suicidio, eutanasia,
alcoholismo…) y sancionaron con una fuerte
multa a la Editorial Bruguera.
5. Cómics censurados
SCHMIDT Y LAS DRACULINAS
Durante el verano del 74 lo primero que se
buscaba era la serie El castillo Nosferatu con doña
Urraca y la Pandilla del Ku Kux Plaf. La dibujaba el
genial Schmidt (El profesor Tragacanto, Doña
Deliranta…) con un fascinante estilo barroco. En la
octava entrega de la serie aparecieron unas
voluptuosas vampiresas que me produjeron cierta
sensación aturdidora que hoy llamaría morbo. A los
censores no se les escapó el pernicioso efecto que
esas draculinas podían producir en las vulnerables
mentes infantiles y ordenaron la cancelación ipso
facto de la serie.