María canta alabanzas a Dios por haberle dado la vida y sacarla de la oscuridad para colocarla por encima de los poderosos. Aunque era una joven sencilla de un pequeño pueblo, confió ciegamente en Dios y ahora Él la recompensa transformando su esterilidad en sabiduría y vida. María se alegra en Dios por haberla elegido para auxiliar a los desvalidos y cumplir sus promesas de justicia.