El documento sugiere que no debemos olvidar los días grises, las derrotas, los errores, la soledad, las tristezas ni los planes fracasados porque a través de ellos aprendemos lecciones, encontramos la fortaleza para triunfar y entendemos el valor de nuestros amigos y amores. También recalca que no debemos olvidar a Dios porque Él siempre nos sostiene.