El documento compara a los árboles y a los padres, señalando que ambos proveen protección y belleza a largo plazo. Indica que tanto los árboles plantados con amor como los hijos criados con valores positivos prosperarán. Finalmente, enfatiza que la educación efectiva se trata de ayudar a los hijos en lugar de controlarlos o imponerles cosas, y de modelar los valores en lugar de simplemente enseñarlos.