Un niño le pregunta a un vendedor de conejos cómo se "cogen" los conejos. El vendedor malinterpreta la pregunta del niño, pero el padre interviene para aclarar que su hijo se refería a cómo se cazan los conejos, no a cómo se aparean. El vendedor responde de forma honesta que los conejos no son tontos y solo se aparean, no se casan.